El incremento explosivo de la cantidad de extranjeros que ha ingresado durante los últimos años a Chile buscando mejores oportunidades para desarrollar sus vidas, ha dejado en evidencia lo desactualizada de nuestra actual legislación.
Por ello y luego de bastantes críticas, el año pasado el Gobierno anunció el envío de una reforma a la ley migratoria, la que fue considerada insuficiente por los diputados de la comisión de Gobierno Interior, quienes la rechazaron, razón por la cual no pudo llegar a ser votada en sala.
Uno de los fenómenos medianamente nuevos, pero que en las últimas semanas ha generado distintas discusiones y lecturas, ha sido el ingreso de ciudadanos haitianos a suelo nacional, quienes según las cifras oficiales aumentaron de 2 mil 400 en 2013, a 104 mil durante el año pasado.
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A días del cambio de mando, se advierte que una de las primeras medidas para el control migratorio de haitianos, sería exigir una visa para su entrada, lo que según expertos, no sería una medida correcta.
Para José Tomás Vicuña, presidente del directorio del Servicio Jesuita a Migrantes, esto sólo alentaría el ingreso ilegal y el tráfico de personas, como ya ha pasado con los ciudadanos dominicanos.
En esa línea, Rodrigo Sandoval, exjefe del Departamento de Extranjería, dependiente del Ministerio del Interior, señaló que se ha generado un mito en torno a que los migrantes representan una carga para el Estado.
El problema radica, según él, en la dificultad para regular su situación y acceder a permisos de trabajo.
El presidente del Consejo Consultivo Nacional de Migraciones e investigador de la Universidad Central, Luis Thayer, indicó que de ser efectiva, se trataría de una medida populista.
Hasta el momento la medida está siendo analizada, pero una vez exista un diagnóstico del equipo a cargo de ello se lo comunicarán a los futuros ministros del Interior, Andrés Chadwick, y de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, quienes deberán zanjar esta propuesta junto al mandatario electo, Sebastián Piñera.
