Si bien los proyectos de Educación Superior y de Universidades del Estado están a punto de ser despachados desde el Congreso, cumpliendo de esta manera con la reforma educacional comprometida por el Gobierno, en el Consejo de Rectores persisten los emplazamientos entre los dos grupos de universidades que conforman el organismo, básicamente, por la entrega de recursos.

Entre las universidades privadas del Cruch, las denominadas G9, ven como una amenaza los alcances que tendrá el proyecto de estatales, asegurando que en la práctica hará desaparecer al Consejo de Rectores, centrando sus cuestionamientos en la cantidad de recursos que recibirán los planteles del Estado, luego que el Gobierno ampliara los montos para el plan de fortalecimiento de 150 mil a 300 mil millones, por 10 años.

El presidente del G9, el rector Darcy Fuenzalida, indicó que más allá de que el Ejecutivo también estableció por ley los aportes basales que reciben estas instituciones, cuestionó la posición que han tenido los rectores de las estatales, a quienes llamó a trabajar con lealtad e intermediar con el Gobierno para que a ellos también puedan contar con un plan de fortalecimiento.

El presidente del Consorcio de Universidades del Estado, Ennio Vivaldi, descartó que hayan actuado con deslealtad hacia el G9 e indicó que será resorte de la negociación que ellos tengan con el Gobierno, si logran o no obtener más recursos.

Pese a las críticas del G9, el vicepresidente Ejecutivo del Consejo de Rectores, Aldo Valle, descartó que este tema de solicitar un plan de fortalecimiento para las universidades privadas del Cruch haya sido discutido en el organismo.

Desde el Gobierno, la ministra de Educación, Adriana Delpiano, descartó que se contemplen más recursos para el G9 en el proyecto de Educación Superior. Mientras que estos planteles enviaron una carta al Mineduc y los parlamentarios, asegurando que esto “evidencia un claro sesgo y falta de reconocimiento” a este grupo de universidades.