Las ventas de comida rápida registraron un crecimiento de un 7,5% durante el tercer trimestre en relación a igual período del año anterior, según informó la Cámara Nacional de Comercio.

Una situación que el Colegio de Nutricionistas calificó como preocupante, debido a los altos índices de obesidad que registra el país.

Al respecto, su presidente, Samuel Durán, señaló que es necesario establecer un impuesto especial a la comida chatarra, para evitar su abuso excesivo, o al menos moderar la inversión que debe realizar el Estado en materia de salud, provocado por los problemas asociados a su alto consumo.

Según indicó Pamela Cucci, representante de la Organización Panamericana de Salud en Chile, el acceso a la comida chatarra debe ser restringido, pues la obesidad es un problema global que se tiene que combatir desde la infancia.

Para la experta, los índices que presenta nuestro país son preocupantes, pues 6 de cada 10 niños se encuentra con sobrepeso, lo que puede incidir a corto plazo en enfermedades como hipertensión o diabetes, incluso antes de la adolescencia.

Uno de los factores que generalmente se asocia al alto consumo de comida chatarra, es su fácil acceso para el bolsillo, debido a su bajo costo en comparación a la llamada “comida saludable”.

Sin embargo, según el indicador que elabora el Departamento de Estudios de la CNC, el consumo promedio de comida rápida en la Región Metropolitana, reflejado en las boletas durante el último trimestre, fue de 4.901 pesos, creciendo un 7,9 por ciento.

En regiones, en tanto, alcanzó los 4.564 pesos, incrementándose en 6,3 puntos porcentuales.