El Gobierno descartó que existiera una falla en los protocolos de trasplante de corazón, en el caso de la menor oriunda de Chiloé que murió luego que, se le negara la procuración en la Red Christus de la Universidad Católica, que acusó “precaria situación social, familiar y personal”.
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En esta línea, la ministra de Salud, Carmen Castillo, quitó piso a tal situación, afirmando que el trasplante estaba autorizado y que el fallecimiento se debió a un deterioro en la salud de la menor, que finalmente impidió la realización de la intervención.
Daniela Belén Vargas Vargas, de 13 años, padecía una “miocardiopatía dilatada”, la que padeció mientras se encontraba al cuidado de un centro provincial del Sename en la región de Los Lagos.
No obstante, al agudizarse la condición, la adolescente fue derivada hasta el Hospital Clínico de la UC, cuyo Comité de Ética habría determinado, a través de un documento avalado por el Ministerio de Salud, que la niña no podía ingresar a la lista de espera por “precaria condición familiar, social y personal”.
Ante esta situación, Daniela Vargas fue dada de alta y falleció con posterioridad, según reveló una investigación de Chilevisión.
Desde el Colegio Médico, su presidenta, Izkia Siches, pidió que se investiguen los antecedentes del caso para determinar si, efectivamente, hubo fallas en los protocolos.
