A través de un comunicado, Miguel Fernández Ainzua -quien fue acusado de una presunta estafa por Iván Zamorano– aseguró que las imputaciones son “injuriosas y calumniosas”.

El exfutbolista presentó en mayo de este año una querella por delito de estafa y apropiación indebida en contra de dos empresarios ligados a la Ciudad Deportiva, quienes se habrían apoderado de 85 millones de pesos, los que serían invertidos en el complejo.

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De acuerdo a La Tercera, el gerente general de Del Inca aseveró a través del documento que la presentación sería “injuriosa y calumniosa”, lo que “quedará demostrado en la investigación”.

Según recoge el matutino, en la querella se señala que Fernández habría terminado sin consultar un contrato con Ernst & Young, lo que habría “entregado esas tareas de control tributario y contable a RedSolución”, “permitiendo y facilitando la actuación ilícita de los querellados”, según se consigna en el recurso legal.

Sin embargo, el ejecutivo afirmó mediante el comunicado que “todos los pagos realizados a la empresa RedSolución están plenamente respaldados, todos los trabajos solicitados ejecutados, y fueron tanto de conocimiento del señor (Alejandro) Kock como de Iván Zamorano, existiendo mandatos firmados por el mismo Iván Zamorano ante notario”.