El Frente Amplio atraviesa por un camino lleno de matices en relación a la segunda vuelta y está dividido ante la posibilidad de buscar apoyos con el entorno de Alejandro Guillier.

La Izquierda Autónoma y Nueva Democracia son partidarios que ese debate se produzca ahora, incluso llamando a la candidata presidencial Beatriz Sánchez a ser quien lidere este proceso.

En el comando de la periodista y sus más cercanos existe molestia por estos gestos, pues consideran que debilita el trabajo de fortalecer a Sánchez como opción en el balotaje.

El escenario podría revisarse este miércoles en una reunión del Frente Amplio, que en el último tiempo ha tenido varios tropezones.

Lo concreto es que la segunda vuelta los tiene divididos respecto a un debate que viene desde hace un tiempo: ¿se buscarán apoyos en el guillierismo para el balotaje, tanto si pasa Beatriz Sánchez como si lo hace Alejandro Guillier?

Este martes hubo dos documentos, uno de ellos es el levantado desde la Izquierda Autónoma que plantea que el Frente Amplio no puede renunciar a influir en el balotaje en caso de que no pase Sánchez y por eso la propuesta es convocar a un diálogo con Alejandro Guillier y los partidos que lo apoyan para comprometerlos con reformas que promueven los frenteamplistas.

Temas como la educación pública y la universalidad del derecho a la educación; salud pública y plan solidario universal, como también poner fin a la puerta giratoria y establecer una participación social vinculante en las reformas, son algunas de las condiciones para entablar posibles acuerdos.

El dirigente de la Izquierda Autónoma, Sebastián Aylwin, consideró que el debate se debe dar ahora en el conglomerado, pero que eso no significa que se decida apoyar a Guillier si es que llega a la segunda vuelta.

La propuesta es compartida por Nueva Democracia, según planteó una de las integrantes de la mesa ejecutiva, Carla Amtmann, quien fue más allá y apunto a Beatriz Sánchez como quien debería encabezar el proceso de rearticulación.

Esto generó molestia en el comando de Beatriz Sánchez, porque se desmarca de la posición de la candidata, quien reiteradamente ha dicho que no se habla de acuerdos hasta después de la primera vuelta.

Dicen, además, que esto perjudica los esfuerzos del equipo por fortalecer la opción de Beatriz Sánchez para competir con Sebastián Piñera y que por lo tanto cualquier discusión debe darse después del 19 de noviembre.

En eso coincidió el diputado Gabriel Boric, quien reclamó que es inoportuno instalar hoy la discusión.

De todos modos, el candidato Alejandro Guillier vio con buenos ojos este ánimo de un sector del Frente Amplio. Dijo, eso sí, que no será él quien haga esas conversaciones, pues la idea no es debilitar a otros candidatos.

Aunque no fue mencionado como opción a analizar, el candidato del PRO, Marco Enríquez-Ominami, aseguró que hay conversaciones con ese bloque y que él quiere hablar con el Frente Amplio en pos de la unidad.

Una centroizquierda dividida, dijo, es un buen negocio para Sebastián Piñera.

Evidentemente molesta, la carta de la DC, Carolina Goic, se quiso desmarcar del debate que a su juicio es estéril.

Todo esto en una jornada en que además el comando de Sánchez emitió una minuta en la que establece que el enemigo no es Sebastián Piñera, sino que el modelo político de los últimos 30 años.