Una férrea defensa al programa nacional de alimentación complementaria y a la compra de casi 100 mil unidades de formulas de inicio para lactantes hizo el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, luego de que la Contraloría objetara dicha compra por considerarla como “improcedente”.

Burrows afirmó que la compra fue correcta en el marco de la implementación de un programa piloto para entregar el producto a familias de más escasos recursos. Agregó que se buscarán las instancias administrativas para evitar que la Contraloría inicie un juicio de cuentas y con ello, se obligue a la Subsecretaría a devolver los mas de 440 millones de pesos que se gastaron excesivamente según el organismo fiscalizador en la compra de 87 mil tarros de leche que no se necesitaban.

Burrows reconoció que iniciaron un sumario administrativo respecto de los 23 mil tarros de leche que se vencieron mientras estaban en bodega antes de ser distribuidos.

La diputada independiente Karla Rubilar acudió junto a parlamentarios de RN y la UDI hasta la fiscalía nacional, para entregar el informe y para que se inicie una investigación puesto que a su juicio, en este caso podría haber comisión de delitos.

En Renovación Nacional en tanto, creen que se deben asumir responsabilidades políticas y pidieron la renuncia del subsecretario Burrows, según lo dijo el jefe de bancada, Leopoldo Pérez.

La vocera de Gobierno, Paula Narváez, defendió las políticas de alimentación complementaria del Ministerio de Salud y afirmó que las críticas obedecen a un año electoral.

9.000 eran los tarros de fórmulas de inicio o reemplazo de la leche materna que se necesitaban para el plan piloto que la Subsecretaría de Salud Pública, sin embargo, la compra superó las 90 mil unidades y más de 23 mil tarros de leche se vencieron.