El término “cómplices pasivos” de la dictadura, acuñado por el hoy candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, cuando era mandatario en 2013, divide a los candidatos de la centro derecha.

En el debate presidencial de la Asociación Nacional de la Prensa, Piñera señaló que no es ningún pecado haber participado del régimen militar.

No obstante, indicó que es un reproche moral haber tenido poder y no impedir los delitos en contra de los Derechos Humanos. Algo a lo que se mostró contrario el independiente de derecha, José Antonio Kast, quien criticó a Piñera por el uso de un término, a su juicio, “antiguo”.

“(…) lo que le plantee es que yo si estoy agradecido por ejemplo de su hermano, José Piñera, que trabajó junto con mi hermano, Miguel Kast, para transformar este país y no sé si Sebastián Piñera considera que mi hermano puede ser un cómplice pasivo o su hermano puede ser un cómplice pasivo. Yo al menos no lo considero así”, dijo Kast.

Además, Kast respaldó la medida de un Tribunal de no cambiar las cautelares a los cuatro comuneros mapuches en huelga de hambre y emplazó al Gobierno a que no insista en su postura.

En relación a lo anterior, el exmandatario sostuvo que la responsabilidad por los atropellos a los Derechos Humanos no sólo recae en los militares, sino que también en otras personas e instituciones.

Un gesto al centro para algunos, luego que se indicara una derechización de la actual campaña de Piñera.

Una de las voceras de su comando, Cecilia Pérez, señaló que la postura del expresidente siempre ha sido clara.

Desde Evópoli, uno de los partidos que apoyan a Piñera, respaldaron los dichos del candidato sobre Derechos Humanos en el debate, indicó el presidente de la colectividad, Francisco Undurraga.

“Creo que el presidente fue claro y contundente en materia de Derechos Humanos”, sentenció.