La Brigada de Delitos Económicos de la PDI de Concepción detuvo a una mujer acusada de estafar a pequeños y medianos empresarios, haciéndose pasar por “agente de Corfo”. El testimonio de una de las víctimas posibilitó su captura.

Se trata de un caso en donde el monto defraudado llegaría a los 120 millones de pesos, según los primeros conteos, y que tiene como principal acusada a una mujer que se hacía pasar por funcionaria del Comité de Desarrollo Productivo Regional, Corfo.

De acuerdo a las víctimas, la detenida -identificada como Rosa Parra- pedía un “adelanto” para gestionar proyectos, presentando documentos que avalarían su “experiencia”, según detalló el jefe de la Bridec de Concepción, comisario Christian Hernández.

Incluso, para darle más realismo al timo, protocolizaba la supuesta documentación en una notaría cercana a las dependencias de Corfo en Concepción, para dar mayor veracidad a sus supuestas gestiones.

La mujer ya era conocida en la policía, debido a que presentaba dos detenciones anteriores, 17 denuncias en la PDI y 20 causas con carpetas en desarrollo en distintos puntos del país por delitos similares.

Entre sus víctimas se cuentan adultos mayores, además de varias personas jurídicas, que podrían ser empresas, comités o juntas de vecinos.

Sus movimientos también eran conocidos en Corfo, donde se recepcionaron cerca de 5 denuncias en su contra, antecedentes que fueron entregados a la policía civil.

Al respecto, el director ejecutivo de Corfo, Juan Mardones, dejó en claro que no tienen ninguna relación con la mujer y que la documentación que presentaba a sus víctimas se descarga por internet.

Por lo mismo, explicó cómo funciona el servicio para evitar que otras personas puedan convertirse en víctimas de alguna estafa, aclarando que no existen consultores de ningún tipo y que los ejecutivos tampoco pueden cobrar por gestionar un proyecto.

Pese a todos los antecedentes, el paradero de esta mujer era desconocido para la PDI. Sin embargo, este martes una de las víctimas, Esteban Muñoz, se acercó al cuartel de calle Angol para recabar mayores antecedentes, ante la sospecha de una estafa.

“Estuve trabajando en el edificio donde vivía la señora y era una de las únicas personas que sabía dónde estaba ella”, nos contó a BioBioChile.

“Me aseguraba que al pasarle $850.000, ella armaba el proyecto y todo lo que tenía que ver y aseguraba que iba a ser aprobado y uno se iba a convertir en beneficiario”, aseguró Muñoz.

Con el paso de los días, los plazos para la entrega del dinero del proyecto se fueron dilatando en medio de múltiples excusas, llegando hasta hace unas semanas, cuando decidió contactarse con la propietaria del departamento donde vivía y buscar datos por internet, descubriendo algunas denuncias.

El joven entonces pidió a la mujer la devolución de su dinero, lo que finalmente nunca se concretó. De esta forma, Esteban decidió acudir hasta la PDI en busca de orientación.

“El dinero que yo le pasé lo ahorré con mucho esfuerzo (…) da rabia y pena que esto esté pasando. Espero que me pueda devolver mi dinero, o por último una parte si lo que me interesa que me devuelva algo”, dijo el joven electromecánico.

Otra de las víctimas, Mauren Ramírez junto a su esposo, también revelaron a BioBioChile el modo de actuar de la detenida, luego de llegar hasta su oficina en agosto de 2015, por recomendación de una amiga.

“Nos ofreció un proyecto Corfo por el cual le pagamos $800.000 mil”, aseguró. No obstante, pasó el tiempo y la promesa de diluyó. “Fuimos muchas veces a cobrarle y nos tramitó hasta ahora”, señaló Ramírez.

“Uno dice cómo pueden caer todas las personas en esto, pero lo que pasa es que esta señora tenía una forma de expresarse, donde te convencía. Era algo impresionante, porque te convencía rápidamente”, sentenció por su parte Esteban Muñoz.

Esto fue reafirmado por el comisario Christian Hernández, quien explicó el perfil de las personas que realizan este tipo de engaños, quienes se muestran afables para lograr cercanía con sus eventuales víctimas.

“Espero que todos lo que hicimos la denuncia nos podamos juntar y presentar una demanda colectiva, y recuperar aunque sea una parte del dinero”, agregó Muñoz.

En esa línea, y si bien se trata de situaciones entre privados, desde la Corfo no dejarán pasar impune la utilización del nombre del organismo para cometer eventuales ilícitos, por lo que evalúan los antecedentes para presentar una acción legal.