“En pleno velorio, familia supo que su pariente vive y que la fallecida era otra”. Así rezaba el titular del diario El Mercurio del 28 de julio del 2011, dando cuenta de los hechos ocurridos en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar.
En esa oportunidad, y por equivocación, el recinto entregó los restos de una mujer a la familia equivocada, quienes se dieron cuenta en el mismo velorio que no correspondía a su familiar, la que aun se encontraba grave recluida en el hospital.
Para evitar que estas situaciones ocurran, es que se creó el Sistema de Acreditación de Hospitales que se aplica desde el año 2011 y que durante el actual Gobierno, alcanzó casi el 100% de los recintos acreditados.
Un hito que fue destacado por la presidenta Michelle Bachelet, quien comparó el nivel de avance alcanzado estos años, en comparación con el que se logró en el Gobierno de Sebastian Piñera.
Según el superintendente de Salud, Sebastian Pavlovic, cuando comenzó el Gobierno, menos del 20% de los hospitales contaban con los niveles de calidad mínimos para funcionar.
El exsubsecretario de redes asistenciales, Luis Castillo, afirmó que durante el Gobierno anterior se avanzó poco, porque ellos instalaron el sistema de acreditación en los sistemas de salud público y privado.
La acreditación de hospitales y clinicas, por definición, busca establecer los estándares mínimos que deberán cumplir los prestadores institucionales de salud, con el objetivo de garantizar que las prestaciones alcancen la calidad requerida para la seguridad de los usuarios.
Deberá fijar estándares respecto de condiciones sanitarias,seguridad de instalaciones y equipos, aplicación de técnicas y tecnologías,cumplimiento de protocolos de atención, competencias de los recursos humanos, y en toda otra materia que incida en la seguridad de las prestaciones.