El candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, se desmarcó de las acusaciones por eventuales aportes de Soquimich (SQM) a su segunda campaña en 2009.
Al ser consultado por las facturas que habrían emitido tres de sus proveedores en ese momento, el expresidente indicó que se cometió un error al confundir la rendición de gastos que se hizo, con las rectificaciones.
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Ante ello, aseguró que esos servicios se pagaron con ingresos del comando, que fueron informados al Servicio Electoral y, posteriormente, aprobados.
En ese orden de ideas, pidió que la justicia aclare lo que pudo hacer el proveedor con alguna empresa y que no es su responsabilidad ni de su equipo.
Además, dijo que ha recibido muchos ataques durante la presente carrera presidencial, pero que colaborará para que se aclare la situación.
Desde su comando, el coordinador político, Alberto Espina, también acusó ataques constantes, y dijo que no han cambiado la actuación que han mantenido durante este tiempo.
Pero sus rivales en la elección no quedaron conformes con sus explicaciones, ni con la prescripción que tendría un eventual delito tributario.
La carta de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, dijo que el tema ético no prescribe, en especial cuando se pretende gobernar el país. En esa línea, señaló que no es ideal que un candidato esté siempre dando explicaciones.
En términos más duros, Marco Enríquez-Ominami aseguró que las promesas de Piñera son falsas y lo instó a que entregue todas sus cuentas. También pidió igualdad de trato.
