El Estado chileno, desde enero de 2016, ejecuta la ayuda a personas en situación de calle mediante su inscripción al Registro Social de Hogares, donde pueden postular y acceder a diversas prestaciones ofrecidas por el Gobierno. Además, desde agosto de 2016 se realiza una Registro Social Calle, para cuantificar de forma real a las personas que se encuentren en esta situación.

Tras un año de levantamiento de informacióm, el seremi de Desarrollo Social de la región del Maule, José Ramón Letelier, entregó a representantes del Hogar de Cristo, Serpaj, Carabineros, municipios, y otros, los primeros y principales resultados de este registro que permite caracterizar a las personas en situación de calle del país, y en consecuencia diseñar e implementar políticas públicas dirigidas a este sector.

A agosto de este año, se han identificado 10.610 personas en todo el país, 348 de ellas con residencia en la región del Maule. Todos ellos identificados con nombre, rut y lugar donde habitualmente habita.

“El objetivo es conectar a las personas en situación de calle, a través del Registro Social de Hogares, con la Red de Protección Social del Estado, permitiendo que sean un grupo prioritario para el acceso a beneficios sociales”, sostuvo el seremi Letelier.

Cifras regionales

Dentro de los motivos que los entrevistados indican como las principales causas de su situación de calle, el 81% asegura haber llegado a la calle por problemas con su familia o pareja; el 6,9% por consumo problemático de alcohol y drogas; y por problemas económicos el 6,3%.

En promedio, las personas registradas tienen 10,3 años de permanencia en la calle. Del total, el 35,6% señaló llevar entre diez años y más, donde el 90% corresponde a hombres y el 10 restante a mujeres.

Respecto a las edades, en los hombres la mayor cantidad de la población tiene entre 30 y 59 años (74,2%), mientras que las mujeres entre 30 y 44 años (52,6%).

Por los antecedentes anteriores, Letelier señaló que se definieron tres grupos prioritarios para comenzar una intervención social, que serían los adultos mayores sin Pensión Básica Solidaria (PBS) ni Aporte Previsional Social (APS), las personas con dependencia moderada o severa sin PBS y/o APS por vejez y, finalmente, las personas sin Registro Social de Hogares.