Como un pensamiento propio del siglo pasado calificaron los diputados de la denominada bancada animalista (Parda) el traspié que sufrieron en el Senado, donde se rechazó la indicación que prohibía el uso de animales en los circos de Chile.

Recordemos que este miércoles, la Cámara Alta despachó el texto que crea el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Y si bien el Gobierno había sido partidario de mantener el uso de animales, tras numerosas críticas de parlamentarios y organizaciones ambientalistas, en mayo de 2016 revirtió su decisión y ordenó el fin de la tenencia de animales por parte de los circos.

La propuesta fue ratificada tanto por la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados como por la propia sala, sin embargo sufrió un serio revés en el Senado, donde fue rechazada por 20 votos en contra y sólo 4 a favor.

De esta forma, los senadores definieron que “se entiende por circo aquellos establecimientos preferentemente habilitados en carpas que, debidamente autorizados, están destinados a la celebración de espectáculos circenses y cuya programación se orienta especialmente a los niños. Se entenderá por espectáculo circense la ejecución o representación en público de ejercicios físicos de acrobacia o habilidad, de actuación de payasos, malabaristas, prestidigitadores e ilusionistas, músicos, animales amaestrados y otras similares”.

La diputada Maya Fernández, promotora de la iniciativa, calificó la decisión como un traspié para los ciudadanos. “No es en contra de los circos, los que consideramos un importante patrimonio”, señaló al diario Publimetro.

Más duro aún fue su par, Vlado Mirosevic, señalando que “mientras algunos hemos peleado por imprimirle a las leyes una nueva ética con respecto al trato a animales, otros siguen en el siglo pasado“.

Los escasos senadores que apoyaron la prohibición fueronj Guido Girardi (PPD), Alejandro Guillier (IND Pro PRSD), Jaime Quintana (PPD)y Alejandro Navarro (PAIS). En este sentido, Girardi fue enfático. “Me parece que no es posible que los circos tengan animales porque las condiciones que les entregan no respetan su dignidad. Ni tampoco comparto plantearle a los niños que esta es una forma de esparcimiento correcta”.

“(La vida en el circo) es una forma de tortura, una forma de aniquilamiento espiritual y físico para los animales, los que tienen conciencia, emociones y dignidad”, aseveró Girardi al diario La Tercera.

Por su parte, los senadores que aprobaron el mantener circos con animales fueron Andrés Allamand, Isabel Allende, Carlos Bianchi, Juan Antonio Coloma, Alfonso de Urresti, Alejandro García Huidobro, José García, Carolina Goic, Felipe Harboe, Antonio Horvath, Hernán Larraín, Juan Pablo Letelier, Carlos Montes, Manuel José Ossandón, Baldo Prokuriça, Rabindranath Quinteros, Eugenio Tuma, Jacqueline Van Rysselberghe, Ena Von Baer e Ignacio Walker.

Según los senadores mencionados, la “discusión no guarda relación con las ideas matrices, ya que las normas de bienestar animal y el Código Penal ya resguardan en un ámbito más amplio estas materias”.

No está dicha la última palabra: el texto volverá a la Cámara de Diputados

Si bien los parlamentarios animalistas se manifestaron desilusionados, anunciaron también que no bajarán los brazos y rechazarán el texto cuando cumpla su tercer trámite en la Cámara de Diputados.

“Los senadores utilizan un argumento manipulador para rechazar esta indicación animalista y se dejaron convencer por el lobby de los circenses. Vamos a dar la pelea para que nuevamente la Cámara de Diputados confirme lo que hemos propuesto como Bancada Animalista y le doblemos la mano al Senado”, sentenció Mirosevic en declaraciones a Publimetro.

En el mundo, al menos 19 países habían prohibido totalmente el funcionamiento de circos con animales a julio de 2017. En Latinoamérica se cuentan entre ellos a Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Paraguay y Perú, enumera la organización estadounidense de protección a los animales, PETA.