Ayer miércoles, a las 10:05 horas, el magistrado del 13º Juzgado Civil de Santiago realizó la apertura del testamento de uno de los hombres más ricos de Chile y un reconocido empresario periodístico: Agustín Iván Edmundo Edwards Eastman.

Lo anterior, luego que falleciera a los 89 años el pasado 24 de abril, a las 6:35 horas, en su residencia de Vitacura.

De acuerdo a El Mostrador, dejó estipulada su última voluntad en un testamento cerrado, con orden de apertura solo ante la presencia de un juez, sus dos secretarias y la persona que lo había cuidado en sus últimos días de vida.

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Lo que, en líneas generales, se habría cumplido. Allí estuvo la secretaria de Edwards en El Mercurio, María Francisca Del Río Page, y la mujer que lo asistió en su enfermedad, Elena Emilia Ortega Delgado. Eso sí, se ausentó Julia Kennedy Verdugo, la otra secretaria, quien por años llevó la agenda del empresario.

Según la publicación, ella se encontraba impedida de asistir esa mañana al tribunal, por lo que el magistrado pidió a las otras dos testigos que validaran su firma.

Al abrir el sello lacrado, que daba cuenta de su inviolabilidad, quedó al descubierto un documento de 8 hojas fechado el 12 de octubre de 2016 titulado: “Testamento cerrado de Agustín Iván Edmundo Edwards Eastman”.

De este modo, tras la validación del magistrado, su esposa María Luisa del Río y sus hijos Agustín, Isabel, Carolina, Cristián, Andrés y Felipe recibieron la última voluntad de Agustín Edwards.

El texto otorgó la condición de “Apoderado Clase A” a su hijo Cristián, lo que le permitirá administrar y representar a El Mercurio SAP con amplias facultades.

De este modo, se rompería con la tradición de nombrar a la cabeza de los negocios familiares al próximo Agustín, lo que podría ser interpretado por algunos como un premio a su carrera en The New York Times, donde llegó a desempeñarse en la dirección estratégica dedicada a la gestión de sus contenidos de pago.