La Nueva Mayoría dio inicio a lo que calificaron como una “nueva etapa” de las elecciones presidenciales, tras la realización de las primarias: tanto Alejandro Guillier y Carolina Goic se abrieron a competir por los votos de los candidatos derrotados de Chile Vamos, Manuel José Ossandón y Felipe Kast.

La Nueva Mayoría se abrió a la caza de los votos de Manuel José Ossandón, de cara a las elecciones presidenciales de noviembre próximo. Los 317.000 sufragios que obtuvo el senador independiente en los comicios del domingo, resultan especialmente atractivos para Alejandro Guillier y Carolina Goic.

En este sentido, Guillier afirmó que los planteamientos de Ossandón durante la campaña se distanciaron de los ejes programáticos de la derecha clásica, agregando que existen puntos en común entre sus propuestas y las del exalcalde de Puente Alto.

El candidato reafirmó su convicción que tanto él como Sebastián Piñera serán los que llegarán a la “pelea grande”, enfatizando la necesidad de su campaña de recuperar el ritmo tras la pérdida de posicionamiento producto de las primarias.

Desde la Democracia Cristiana, Carolina Goic, dijo que las puertas de su candidatura están abiertas a recibir opciones para ampliarse, especialmente para aquellos quienes votaron por las propuestas de Manuel José Ossandón.

La senadora por Magallanes también apuntó a los electores de Felipe Kast que no estén dispuestos a votar por Sebastián Piñera, apuntando a quienes votaron por una “derecha alternativa”.

Respecto al triunfo de Beatriz Sánchez en las primarias del Frente Amplio, los congresistas presentaron posturas disímiles. Guillier se mostró abierto a negociar con el bloque en el supuesto de pasar a segunda vuelta mientras Goic tomó distancia afirmando que, por ahora, su esfuerzo está puesto en ganar las elecciones de noviembre.

En lo que sí concordaron los precandidatos de la Nueva Mayoría fue en restar validez a los resultados de las encuestas Adimark y Cadem, donde ambos registraron importantes bajas.

En este sentido, los dos congresistas afirmaron que ningún estudio pudo anticipar la multitudinaria participación que tuvieron las primarias, calificándolas como las grandes perdedoras del proceso de elecciones recién concluido.