A sólo meses de terminar el Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, la deuda hospitalaria sigue marcando récords históricos.

A marzo de este año, el déficit de los hospitales -es decir la deuda que tienen los hospitales con sus proveedores- alcanza los $217.364 millones, la cifra más alta en la historia de la salud pública chilena, la cual es más del doble de los $103.877 millones con los que la actual administración recibió el país tras la gestión anterior.

Además supera en 152 mil millones de pesos a lo dejado por el gobierno anterior de Sebastián Piñera, cuyo déficit alcanzó los $52.000 millones al término de su período.

De hecho, el 2016 el déficit cerró en $218.000 millones, aún cuando la Dirección de Presupuestos inyectó más 250 mil millones de pesos. Por lo tanto, sin recursos, la cifra hubiera superado los $460.000 millones.

Para este año, se espera una cifra similar, por lo que el exsubsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, estima que la deuda superará los 500 mil millones de pesos, a consecuencia -sostuvo- de una mala gestión del Ministerio de Salud.

La actual subsecretaria de Redes Asistenciales Gisela Alarcón, defendió el trabajo del ministerio y afirmó que es injusto observar sólo los aspectos negativos de la administración actual.

Aseguró además, que es imperioso efectuar una reforma al sistema público de salud, que termine con esta deuda y entregue más recursos a la cartera.

Por su parte, la presidenta del Colegio Médico en Santiago, Izkia Siches, afirmó que los recursos no están siendo malgastados, coincidiendo con la Subsecretaría en la necesidad que los dineros destinados a salud en el presupuesto anual sean más elevados.

El tema también se analiza en el ámbito político, ya que el integrante de la Comisión de Salud de la Cámara Baja, el diputado socialista Juan Luis Castro, afirmó que el pecado original de la deuda es que no se le entrega al sistema los recursos suficientes para operar, lo que desde su perspectiva se traduce en mala atención a los pacientes y el aumento en la listas de espera.

Dicha deuda podría tener las primeras consecuencias,tomando en cuenta que esta tarde murió en Valdivia el niño de 8 años que se mantenía en coma, esperando ser derivado hasta el Hospital Clínico de la Universidad Católica en Santiago, con el objetivo de recibir tratamiento para una infección respiratoria.

La familia del menor fallecido denuncia que el centro asistencial habría rechazado el traslado por no tener recursos, esto debido a su deuda hospitalaria.

Desde el Hospital Base de Valdivia, desmintieron que se deje de hacer derivaciones por falta de recursos y en el caso del menor, afirman haber efectuado todas las gestiones para su traslado.