El 1 de abril comenzó a regir la ley 20.940, denominada como reforma laboral, uno de los proyectos ejes del gobierno de Michelle Bachelet y el que supone un gran cambio en las relaciones entre trabajadores y empleador.

Y a poco más de un mes de su entrada en vigencia, una de las primeros anuncios de campaña del exmandatario Sebastián Piñera, quien hasta hoy lidera las encuestas para volver al sillón presidencial, es realizar una revisión profunda de ella.

Debido a esta situación, desde el Gobierno salieron a defender la reforma y fue la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, quien detalló el compromiso de la actual administración con la dignidad de los trabajadores.

En tanto, el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, anunció que el Gobierno despachará durante los próximos días la ley de inclusión laboral, que mejora las condiciones de trabajo para las personas con discapacidad, la que espera, entre en vigencia antes del mes de noviembre.

Una idea que respaldó la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Claudia Pascual, quien indicó que estas iniciativas buscan eliminar las brechas salariales entre hombres y mujeres, además de mejorar la corresponsabilidad de la crianza de los hijos entre los padres.

Los secretarios de Estado finalizaron, asegurando que esta nueva ley responde a un cambio cultural en el país respecto a la inclusión social y la no discriminación, que ha concitado el interés tanto de trabajadores como del mundo empresarial.