Este miércoles comienza oficialmente el Censo 2017, el cual vendrá a reemplazar las cifras que actualmente tienen las instituciones públicas para la construcción de políticas sociales, habitacionales, salud, de seguridad, entre otros.

Recordemos que en el último Censo desarrollado en 2012, bajo el Gobierno de Sebastián Piñera, se contabilizó a la población de forma errada quedando un 9,3% de familias, aproximadamente, fuera del proceso.

Fueron cerca de 30 mil millones de pesos perdidos y cientos de datos estadísticos que se fueron “al tacho de la basura”. Es así como resultó “el mejor Censo de la historia”, el cual tuvo una cadena de errores de forma y fondo. Una situación que desató la crítica, tanto nacional como internacional. Incluso fue recomendado no usar los datos.

Sin embargo, a través de 21 preguntas se espera reemplazar los datos del Censo 2002, que son con los que trabajan los distintos organismos públicos, tanto para la aplicación de las políticas, como para la entrega de recursos a las municipalidades.

Esta información se ha ido modificando desde hace 15 años, en base a tablas y el trabajo desarrollado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), y no en base a la información recolectada en el Censo de derecho del 2012.

El Censo fallido

El error en cuanto a las cifras no fue todo. La revisión al Censo que dirigió el entonces director del INE, Francisco Labbé, fue dramática. Tanto así que ellos mismos, en abril de 2013, tuvieron que sacar tres fe de erratas.

Por ejemplo, el Censo 2012 perdió a más de 200 mil hombres que al contrastar con el Registro Civil nadie sabía dónde estaban.

En una investigación, también se descubrió que censistas pagados en esa oportunidad se sentaban en una plaza a llenar los formularios con datos falsos.

Estas situaciones se contraponen con lo que prometía el ministro de Economía, Pablo Longueira, en aquella época.

Estas promesas terminaron por desmoronarse, junto a los 30 mil millones de pesos gastados, que llevaron a que Sebastián Piñera pidiera perdón por los errores cometidos.

Cabe señalar que este Censo de derecho, es decir, ese tipo de encuestas que duran 3 meses y que tienen un cuestionario con 42 preguntas y que incluye diversos temas, es lo que recomiendan organismos internacionales como la OCDE.

Sin embargo, a raíz de la mala experiencia, este año se trabaja con el modelo que se desarrolla desde 1813 en Chile y, que en su edición 2002, determinó que Chile era habitado por 15 millones 116 mil 435 personas.

Pero las preguntas son: ¿cuánto hemos aumentado?, ¿cuántos extranjeros viven en nuestro país?. Estas cifras se conocerán a partir de agosto próximo y con mayores detalles el 2018.

El llamado a colaborar

Este martes, la presidenta Michelle Bachelet se refirió al proceso, indicando que es importante colaborar con los censistas.

Asimismo, ante las críticas a Piñera por lo ocurrido en 2012, la mandataria llamó a la unidad y a dejar de lado las diferencias políticas para velar por el éxito de esta jornada.

Cabe señalar que este proceso es esperado con nerviosismo en algunas comunas del país, ya que a todas luces será evidente una merma de su población. Lo que se traduciría en la reducción de recursos económicos.

Las regiones Metropolitana, del Bío Bío y Valparaíso deberían ser las regiones que podrían haber visto aumentada su población.