Los dos soldados y los siete funcionarios de aduanas bolivianos que están detenidos en Chile se encuentran “desmoralizados”, dijeron familiares que viajaron para visitarlos en prisión, informó este sábado un diario de Bolivia.
La justicia chilena rechazó el jueves la medida de amparo que solicitaron sus abogados por considerar que no existe ilegalidad ni arbitrariedad en la prisión preventiva para los nueve bolivianos.
“Están todos desmoralizados y desde ese día estamos todos desmoralizados”, dijo al diario Página Siete, Constancio Quenallata, padre de Bryan, uno de los funcionarios aduaneros detenidos en una prisión del norte de Chile.
Quenallata dijo que el viernes decidieron viajar porque dos días antes habían hablado con el defensor del pueblo, David Tezanos, quien señaló que los bolivianos detenidos estaban con la moral muy baja.
Se “dice que (Bryan) está enfermo allá, estoy viajando a convencerme”, dijo de su lado, Basilia Mendo, madre del funcionario, quien igual que los demás familiares de detenidos se trasladó por segunda vez al norte de Chile.
Los dos militares y los siete aduaneros fueron arrestados por autoridades chilenas la última semana de marzo bajo cargos de robo de un camión con productos y la intención de robar otro más, y fueron recluidos en el penal de Alto Hospicio, en el norte de ese país.
Sin embargo, el gobierno boliviano argumenta que los detenidos estaban cumpliendo funciones oficiales en la lucha contra el contrabando.
Según la justicia chilena la detención se realizó en su territorio, mientras que el gobierno de Evo Morales dice que sucedió en suelo boliviano, lo que abrió un nuevo frente entre los dos países, que mantienen congelada la relación diplomática desde la década de 1970.
La detención de los funcionarios bolivianos renovó el conflicto que ambos países arrastran desde la guerra del Pacífico en el siglo XIX, en la que Bolivia perdió su acceso al mar.
Estas naciones mantienen interpuestas demandas ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya ligadas al acceso al mar y al uso de una corriente de agua en la frontera.