Un estudio enfocado en la pesca ilegal de merluza, apuntó que esta actividad podría tener como consecuencia alcanzar números entre las 33 mil y 40 mil toneladas anuales, llegando a doblar incluso la cuota asignada a nivel nacional a este recurso considerando las cifras del año 2014.

El informe desarrollado por la organización WWF Chile precisa además que este hecho ocurre tanto a nivel industrial como artesanal, añadiendo que una de las causas principales de esta práctica es el deteriorado estado de la biomasa del recurso, lo que provoca que se fijen cuotas de extracción más bajas, provocando perdidas de ingresos, entre otros ítems.

En el caso de la pesca ilegal artesanal, la mayor incidencia se registra en las regiones del Maule y el Bío Bío, en donde el escenario más crítico arroja que el desembarque ilícito superaría en 5,62 y 7,21 veces, respectivamente, al desembarque declarado, mientras que el promedio nacional de la pesca ilegal de merluza común en este rubro superaría entre 3,8 a 4,5 veces la cuota legal.

La coordinadora de pesquerías de WWF Chile Valesca Montes calificó esta práctica como un “asunto grave“, añadiendo que “erosiona los esfuerzos para conservar y manejar los stocks pesqueros de una manera responsable”.

Siguiendo en esa línea, Montes precisón también que la pesca ilegal “puede llevar tanto a la pérdida de beneficios socioeconómicos en el corto y largo plazo, como a impactos negativos en la seguridad alimentaria y la protección del medioambiente marino”, empujando incluso -en un escenario crítico- al colapso de las pesquerías.

Soluciones

Como una forma de combatir la pesca ilegal, desde la organización proponen un “Plan Nacional” fortalecido que considere la particularidad de las regiones que abarca esta pesquería, y cuyo enfoque estaría en la concientización sobre los efectos negativos de esta práctica.