A un día de que Sebastián Piñera anuncie de forma oficial su candidatura a la presidencia, ya se avisora uno de los principales cuestionamientos que deberá enfrentar si triunfa en las elecciones de noviembre: 544 millones de dólares de sus inversiones quedarían fuera de la obligación legal de fideicomiso.

El ex mandatario ya enfrenta una serie de críticas a su patrimonio de 2.500 millones de dólares, luego de revelarse la compra de acciones de Bancard en la pesquera peruana Exalmar; situación que ocurrió al mismo tiempo que como Presidente enfrentaba un litigio maritimo con el país vecino.

A lo anterior se suman también las visitas dadas a conocer por Presidencia de la República la semana pasada, donde consta el registro de una serie de encuentros en dependencias gubernamentales con el gerente general de Bancard, Nicolás Noguera.

En concreto, el artículo 26 de la Ley 20.880, promulgada en 2016, establece que autoridades con acciones de sociedades anónimas abiertas o intrumentos de oferta pública en entidades chilenas -que superen las UF25.000- deberán realizar un fideicomiso ciego.

Según detalla Pulso, dicha definición implica que las sociedades cerradas quedarían fuera de un eventual fideicomiso y que sólo se incluirán los instrumentos que Piñera posea en calidad de persona natural.

Por lo tanto, bajo este escenario Bancard y sus sociedades relacionadas no tendrían que quedar al alero de un fideicomiso ciego. Así, entonces, lo realizado voluntariamente por Piñera en 2009 excede lo exigido por la actual normativa.

Incluso, la ley deja fuera de obligaciones de fideicomiso las inversiones de los familiares de quienes tienen un cargo público.

Las inversiones que quedan fuera

Del total de los instrumentos del ex mandatario, que a la fecha administra Bancard, en torno a US$1.800 millones están fuera del país. Si bien dichas inversiones son las que han generado la polémica, éstas tecnicmente no forman parte del patrimonio de Piñera, sino de su familia.

En Bancard existen dos líneas patrimoniales: por una parte, están las sociedades controladas por el ex mandatario y, por otro, las pertenecientes a su familia, sumadas a otras de caracter mixto. Las acciones de Bancard en Exalmar son de propiedad de su familia.

El brazo de inversiones internacionales de Bancard, domiciliado en las Islas Vírgenes Británicas, cuenta con un capital de US$102 millones. Su control radica en Inversiones Odisea, la que en septiembre de 2014 recibió un aporte de capital que le permitió pasar de 37.201 millones a 382.633 millones de pesos (577 millones de dólares).

De hecho, Odisea configura una especie de holding de inversiones de la familia, ya que controla Mediterráneo Fondo de Inversión Privado y Administradora Bancorp e Inversiones Eneida S.à r.l. SPF, una sociedad domiciliada en Luxemburgo que cuenta con un capital de US$32 millones.

La que sí estaría obligado a dejar en un fideicomiso es su participación en Bancard Inversiones Limitada, que en 2008 contaba con un capital de $90.224 millones, según el registro del Conservador de Santiago, de los cuales el 66,8% fue aportado por Sebastián Piñera Echenique (como persona natural).

De esta forma, podrían quedar fuera casi todas las inversiones del ex mandatario, por lo que mañana se espera que anuncie -además de su candidatura- un fideicomiso que abarque mucho más.