La Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios se refirió a la situación ocurrida en el tribunal de San Bernardo, donde un reo se fugó tras herir a un gendarmen y utilizar al juez de su causa como escudo para huir del recinto y subir a un taxi.

Desde la asociación manifestaron que la salida de los internos de las unidades penales pasa por protocolos, establecidos para corroborar la identidad del imputado y para asegurarse de que no porten elementos de peligro.

El presidente de la institución, Alberto Figueroa, enfatizó que aquí queda de manifiesto el riesgo al que están expuestos los gendarmes en su día a día, durante el ejercicio de su profesión. Además señaló que son los magistrados quienes facilitan este tipo de situaciones al ordenan retirar las esposas de los pies de los imputados y con ello facilitar la acción para que ocurra un hecho como este.

Por su parte, desde la Asociación de Fiscales aseguraron que su rol sólo les permite denunciar estos hechos y afirmaron que ya lo han hecho, ante la Corte Suprema, el fical nacional y ante el Ministerio de Justicia.

El presidente del gremio de fiscales, Claudio Uribe, hizo hincapié en que tanto el Poder Judicial como Gendarmería tienen el deber de supervisar la seguridad de todas las personas que concurren a los tribunales.

Ambas instituciones coincidieron en que las medidas a adoptar frente a sujetos de alta peligrosidad, como es en este caso, deben ser mejor reguladas y supervisadas por las máximas instacias judiciales del país.