Marie Emmanuelle Verhoeven, conocida en Chile por ser, supuestamente, la “comandante Ana”, niega ser la histórica militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que estaría vinculada al asesinato del exsenador e ideólogo de la UDI, Jaime Guzman. “Mi caso es una mentira histórica”, acusa.

Desde la India y a 25 años del asesinato del pensador detrás de la Constitución de 1980, la ciudadana francesa habló con El Desconcierto para entregar sus fundamentos de por qué este personaje no sería más que un invento de la dictadura y evidenciar lo ilógico, a su parecer, de las vinculaciones que hoy la mantienen enfrentando un proceso de extradición por parte de Chile.

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En la extensa entrevista abordó las acusaciones del excomandante Jorge Barraza, quien la vinculó con el asesinato de Guzmán -al asegurar que fue ella misma quien le confesó estar a cargo de la inteligencia del frente- y con una supuesto plan de fuga de Mauricio Hernández Norambuena -comandante Ramiro- y Ricardo Palma Salamanca cuando trabajó en la cárcel de San Miguel en 1994.

En relación a su trabajo en la cárcel, sostuvo que se centraba en asegurar un proceder con los prisioneros acorde a los derechos humanos. Ahí conoció a estos dos exfrentistas, quienes -según recuerda- “aceptaban ser condenados por los delitos que cometieron, pero no por lo que no (…) eran prisioneros políticos que asumían sus posiciones”

Sobre el caso del asesinato de Jaime Guzmán, Verhoeven sostiene que conoce el caso en su totalidad y que “todo lo que se dice o escribe de nuevo sobre este caso es una gran mentira”.

No hay nada concreto que permita afirmar estas nuevas teorías sobre otras personas implicadas. Son solamente invenciones. Mi caso es simplemente una mentira histórica” asegura.

Debido a que la principal acusación de Barraza se centra en que ella sería la encargada de inteligencia del frente para 1991, Verhoeven reitera lo “fantástico” de toda la historia:

“Finalmente yo no estoy acusada de haber matado a Guzmán, jamás formé parte de la dirección del Frente Patriótico, eso está más que probado. Entonces, ¿qué hacía yo? ¿Contestaba el teléfono? ¿Hacía el aseo? Si realmente era parte de la dirección del FPMR y si realmente hubiese participado en el asesinato de Jaime Guzmán, ¿cómo podría ser que unos años después trabajara con los prisioneros políticos en la cárcel de San Miguel en 1994? Es absurdo: uno más uno, igual dos y no tres”.

Sobre la figura de la mítica comandante Ana, ríe y sostiene a El Desconcierto que “me parece perfecta como una súper heroína para un nuevo comic“.

Otras de las historias que se asocian a su nombre es que fue una doble agente de la policía chilena infiltrada en el frente, o que estuvo luchando en Nicaragua junto a los sandinistas.

La vinculación que sí reconoce con el FPMR, es una relación sentimental con Juan Gutiérrez Moya, ex frentista, con quien se casó en Francia. Sobre su participación política en Chile, señaló que “estaba con la gente de izquierda que estaba comprometida en contra de la dictadura de Pinochet”.