Continúan las consecuencias por el tono de los dichos del ministro de Justicia, Jaime Campos, quien en su visita al complejo penitenciario de Valparaíso indicó que “las bolas del director nacional de Gendarmería están permanentemente en su escritorio”.

Al respecto, el diputado René Saffirio, quien ha sido particularmente crítico con la gestión de Campos, señaló que esperaría que “en el escritorio del ministro estuvieran las decisiones orientadas a mejorar la Justicia en Chile y que no se llenara de testículos porque los escritorios no son para eso“.

Las críticas han sido transversales. El jefe de bancada de la UDI, Juan Antonio Coloma, reiteró la necesidad de renuncia de Campos.

“No queremos a un ministro de Justicia que haga noticia por sus frases para la galería, por sus imprudencias… queremos un ministro que tome decisiones”, sentenció.

El diputado socialista, Juan Luis Castro, fue un poco más allá y sostuvo que advertía cierto “deterioro” en el actuar del ministro, que a su parecer, expone al Gobierno.

Solo un día antes de estos dichos, el ministro había protagonizado otra polémica. En su intervención en el Congreso, el secretario de Estado dijo que el hogar donde murió la pequeña Lissette Villa estaba en mejores condiciones que el internado donde él estudió en Talca hace décadas, lo que le valió un “que se vaya a la cresta” de Gabriel Boric.