La sección OS.9 de la Dirección de Investigación Criminal incautó este miércoles por la tarde más de 1.000 tipos de fuegos artificiales, que se iban a vender a particulares, entre los que encontraron rockets o cañas voladoras, bengalas de fuego, petardos y “estrellitas”.

La operación, en la comuna capitalina de Pedro Aguirre Cerda, terminó con la detención de tres personas. El capitán, Raúl Fuenzalida, de la Dirección de Investigación Criminal-Labocar, recordó que “el uso y la venta de fuegos artificiales están prohibidos para uso doméstico por la ley 19.680 del 25 de mayo de 2000 por su alto grado de peligrosidad”.

Los imputados fueron identificados como Ruperto Paredes, de 32 años; Jorge Reinoso de 31 años y Evelýn Nuñez, de 38. Los tres serán formalizados este jueves tras manifestar que los fuegos artificiales serían comercializados en ferias libres del sector poniente de Santiago.

“Al contener pólvora, pueden producir quemaduras o amputaciones” si no se saben manipular correctamente ya que “una vez encendidos son ingobernables“, explicó Fuenzalida.

Carabineros de Chile anima a que los ciudadanos denuncien la venta de estos productos a través del 133, fono de emergencias policiales, o a los celulares de los cuadrantes respectivos.

“La mayor cantidad de personas accidentadas por el uso de productos pirotécnicos son niños de entre 6 y 13 años“, añadió Raúl Fuenzalida.

“La manipulación de “chispitas”, “estrellitas”, “petardos”, “viejas”, “guatapiques” y “virutillas” son la principal causa de lesiones. Aunque parezcan inofensivas, pueden causar tanto serios daños físicos como incendios en viviendas”, finalizó el capitán.