“Ya me pegaron, por eso me están protegiendo, no quiero que me peguen más”, decía el empresario Andrónico Luksic a los medios cuando salía de tribunales tras declarar en el juicio por la querella contra Gaspar Rivas.

Antes de abandonar la sala, su defensa advirtió al magistrado que afuera había gente “que podría hacer un grado de desorden respecto de la persona del testigo”, por lo tanto, solicitó autorización para que el magnate pudiera salir por otro lugar del tribunal para evitar incidentes.

“En todos los juicios las reglas son para todos. Si los testigos han salido todos por dentro, por dentro. Si todos los testigos han salido por la puerta principal, por la puerta principal”, respondió el juez.

Así, Luksic debió salir con resguardo de Gendarmería, pues en el exterior del Centro de Justicia, lo esperaban opositores de Alto Maipo, quienes lograron traspasar la barrera de seguridad para agredir al empresario que lidera el proyecto.

La acción de Gendarmería implicó golpes a manifestantes y a los equipos de prensa que intentaban cubrir la manifestación.

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