Hoy día los termómetros se dispararon registrando altísimas temperaturas en la zona centro del país,llegando a marcar entre los 35° y 36°C sólo en Santiago, lo que puede implicar algunos riesgos para la salud si no estamos preparados.

En conversación con Expreso Bío Bío, el urgenciólogo de la Red de Salud UC Christus, Andrés Guzmán, explicó que en general los primeros síntomas que se comienzan a experimentar, son los adaptativos naturales.

Es decir, el cuerpo se adapta al calor, y se comienza a sentir sudoración profusa, algo de taquicardia y ruborización, situaciones que “son normales y que toma el cuerpo para tratar de disipar calor“,señaló.

Sin embargo, cuando esto se va agotando, poco a poco empiezan a aparecer los síntomas que son más molestos, como por ejemplo el mareo, el cansancio, agotamiento, calambres musculares que pueden evolucionar en náuseas y síntomas más complejos, hasta llegar al shock por calor, según indicó el experto.

Por lo mismo, Guzmán hizo un llamado para mantenerse siempre hidratado, ya que “prevenir es mejor que curar”.

Y aconsejó que es mejor evitar exponerse en zonas muy calurosas con alto estrés térmico, ya que no solo la exposición directa a rayos solares, o lugares muy calurosos, puede ser perjudicial para la salud si no que también lo son lugares encerrados donde no hay corrientes de viento.

Para todos aquellos que trabajan y cuentan con aire acondicionado, el urgenciólogo argumentó que la salida brusca de un lugar que está a una temperatura agradable, podría resultar incómoda en un principio, “sin embargo, en la medida que la exposición sea corta o de manera regulada no tendría por qué generar daño, sobre todo en gente sana y joven”.

Según Guzmán, la preocupación debe estar en los grupos de riesgo, es decir niños y adultos mayores.

“Los niños más chicos, menores de un año, tienen una relación entre su superficie corporal y el peso que es mucho mayor al de los adultos, eso los hace estar más expuestos al ambiente“.

En tanto “los adultos mayores, sobre los 65 años, son personas que ya tienen sus mecanismos para disipar el calor disminuido, eso está asociado a la piel que ya no es de la misma calidad de cuando éramos jóvenes, glándulas sudoríparas que ya no funcionan como antes, sistema cardiovascular que ya no funciona como antes, y la polifarmacia, es decir, hay muchos medicamentos que pueden inhibir nuestra respuesta al calor”, aseveró.

Finalmente, el médico explicó que el dolor de cabeza que padecen algunas personas al exponerse al sol, puede deberse a la deshidratación, al calor y la temperatura.

Escucha la entrevista realizada por Ángeles Araya y Álvaro Escobar en Expreso Bío Bío: