En el sistema educativo cuando un estudiante no supera de manera satisfactoria las asignaturas en el trascurso de un año escolar, debe repetir el curso. Sin embargo actualmente expertos en la materia y el mismo Gobierno se cuestionan si esta práctica ayuda realmente a mejorar el aprendizaje.

A inicio de esta semana se dio a conocer el Informe Pisa, en donde se señala que en nuestro país uno de cada cuatro alumnos de 15 años ha repetido un curso a lo largo de la etapa escolar.

Si se comparan los resultados de nuestro país con el resto de las naciones que integran la OCDE, Chile ostenta el quinto lugar de los porcentajes de repitencia más alto, con un promedio de 24,6%, tal como consigna La Tercera.

De acuerdo a lo indicado por el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Carlos Henríquez, en promedio, aquellos alumnos que repiten un curso logran 41 puntos menos en la prueba Pisa que sus compañeros.

Por lo mismo apunta que es necesario revisar la repitencia como una medida pedagógica, argumentado que la idea es que un alumno que no pasa de nivel al año siguiente, para pueda aprender más, sin embargo no se estaría logrando el objetivo.

Además señala que se trata de una medida que ni la escuela, el estudiante, el profesor y la familia quieren, pero señala que la clave es detectar estas situaciones con anticipación y sumar a todos los involucrados para finalmente no llegar a la repitencia , ya que no actualmente no está logrando una mejora en el nivel de aprendizaje.

Respecto a este tema, la decana de la facultad de Educación de la Universidad Central, Pilar Calderón señala que el porcentaje de repitencia en nuestro país es “espantosamente alto y negativo”, y afirma que esta situación ejemplifica que el sistema escolar imperante no se hace cargo de las “dificultades ni de las diferencias”.

Calderón sostiene que en gran parte de los casos, la repitencia de los alumnos no tiene que ver con su capacidad de aprender, sino que se trata de una situación que califica de “multisistémica”, ya que son diversos los factores que a la larga desencadenan esto; como situación familiar, cultural o socioeconómica, entre otros. Por lo que cree necesario identificar esto y hacerse cargo de las causas.

Asimismo Pilar Calderón afirma que con la repitencia aumenta la probabilidad que el alumno en cuestión deserte del sistema escolar, esto sin que se logre un positivo efecto de su desempeño. Esto además se podría relacionar con el hecho de cambiarse de colegio o incluso tener compañeros de curso de menor edad.

Por otro lado el director (s) académico de la Corporación Patrimonio de la Familiae, Alan González, habla acerca de los efectos negativos que provoca en un niño repetir, por ejemplo se ven reflejados en el plano social-afectivo, puesto que los alumnos cortan los lazos con sus compañeros, lo que en cierta medida pueden facilitar “el aprendizaje de valores y habilidades blandas”.

González llama también a los padres a no castigar a sus hijos en caso de pasar por esta situación, y es enfático en señalar que deben apoyarlos y hacerlos entender que con esfuerzo pueden superar los fracasos, y en ningún caso se los debe estigmatizar como “alumnos repitentes”.

Esto por que es normal que en estos casos los niños-jóvenes sientan que han defraudado a sus familias, lo que de paso baja su autoestima y puede desencadenar una depresión.

Alternativas

Archivo | Agencia UNO
Archivo | Agencia UNO

La investigadora de Educación 2020, Loreto Jara, cree que si bien es necesario trabajar para lograr mejores resultados, no se debe aspirar a una repitencia de 0%, tal como ocurre en países como Japón o Noruega, ya que en estos casos factores culturales juegan un rol clave.

Sin embargo sostiene en que sería óptimo declinar por un sistema flexible para reforzar aquellas asignaturas se vuelven más complejas para los alumnos, esto sin llevar a los alumnos a repetir el curso completo sólo por un par de materias.

Para ello considera una buena idea utilizar una modalidad parecida a lo que ocurre en la educación universitaria, en donde se reprueba por asignatura, lo que podría ir acompañado de reforzamientos a fin de alcanzar los aprendizajes esperados dentro del año.