Desde el próximo año, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo entregará recursos a instituciones sin fines de lucro para la recuperación de viviendas que puedan ser utilizadas para arriendo.

En la presentación de un proyecto piloto, trabajado entre la Municipalidad de Santiago y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball, aprovechó de anunciar un nuevo programa de la cartera que, desde 2017, permitirá entregar recursos a instituciones sin fines de lucro para que éstas recuperen inmuebles que luego sean destinados a arriendo.

“Esta experiencia piloto del municipio de Santiago nos ha servido de base para hacer un cambio inédito en la política habitacional. A partir del presupuesto del próximo año, en el Minvu tendremos la disponibilidad para asignar subsidios a instituciones sin fines de lucro, en este caso las municipalidades, para poder rehabilitar, remodelar e incluso construir viviendas en los centros históricos, que permitan ser destinadas a arriendo protegido”, señaló Saball.

La autoridad agregó además que “estamos entonces conciliando tres bienes, la recuperación patrimonial, la calidad de vida de las personas que hoy buscan una vivienda en lugares bien localizados y la posibilidad de una política habitacional social mucho más robusta”.

En la oportunidad, el municipio de Santiago presentó un proyecto que consiste en la recuperación de un edificio de propiedad del municipio capitalino, ubicado en Abate Molina, que se encontraba en grave estado de deterioro estructural.

Debido a esto, como una forma de rescatar el valioso diseño arquitectónico, pero a su vez dar espacio a alternativas de vivienda social, se trabajó en conjunto con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

El ministro de Cultura, Ernesto Ottone, indicó la importancia del trabajo intersectorial para impulsar proyectos que vayan en beneficio de las comunidades.

“Estamos convencidos que ciertos instrumentos de los que dispone el Consejo Nacional de la Cultura, como el fondo de patrimonio o la infraestructura público y privada, que es otra línea de financiamiento que tenemos, cumple con estos objetivos. No solamente entregar recursos para recuperar patrimonio, sino para también, intersectorialmente, buscar los apoyos para proyectos que den una nueva forma para entender lo que es la vida en comunidad”, sostuvo.

El programa de arriendo, que en su origen fue un instrumento orientado a familias jóvenes que “dejaban la casa de los padres o de los suegros”, en 2015 sufrió modificaciones orientadas a ampliar el acceso, convirtiéndose en una alternativa para todos, jóvenes, adultos, adultos mayores, familias extranjeras, familias acogidas a la AUC y que significó un aumento de alrededor de tres mil personas en 2015, a cerca de doce mil beneficiarios en 2016.

Último llamado

El programa de arriendo tiene un llamado a postulación, que ha permanecido abierto desde febrero de este año y que se extenderá hasta el 28 de diciembre de 2016.

Había 10.200 unidades de subsidio disponible de las que ya se han otorgado 9.316.

Más información sobre esta campaña AQUÍ.