El Gobierno anunció que implementará 50 medidas para combatir la obesidad infantil, ya que Chile presenta el mayor porcentaje de Latinoamérica.
En conversación con el Podría Ser Peor, el doctor Iván Ortega director del Centro Integral de Cirugía Estética (Cince) felicitó a las autoridades por esta iniciativa, aunque a su juicio es un poco tardío.
Según informó el experto, la importancia de enfrentar este problema urge, ya que “Chile ocupa el sexto lugar a nivel mundial en obesidad infantil y somos el primero en latinoamérica”, dijo
“Esto significa, según un estudio realizado por el Instituto de Nutrición y tecnología de Alimentos (INTA), el avance de la obesidad en Chile no se detiene y un 70%, es decir, 7 de cada 10 niños pueden llegar ser obesos“, expresó.
Sin embargo, el doctor comentó que este tipo de programas son a largo plazo, de hecho, se podrían ver sus efectos recién en 5 a 10 años, por lo que principalmente se necesita desde ahora educación.
“Es una cantidad importante de tiempo, lo importante es hacer cosas para frenar esto, que es una epidemia, una pandemia a nivel mundial (…)primero hay que empezar en la familia, no podemos esperar tampoco que sean las autoridades, tenemos que como familia hacernos parte del problema”, aseguró.
Para Ortega una de las grandes barreras para acabar con este tema, es el funcionamiento de la sociedad.
“Lamentablemente, producto de la sociedad actual de como vivimos, como trabajamos, como nos integramos, estamos dañando la salud de nuestros hijos, por lo tanto hipotecando el futuro de nuestro país, eso es lo grave“, declaró.
Ante la gravedad que tiene el caso, estableció además que si un niño es obeso “va a ser sí o sí obeso en su vida adulta, y el paciente adulto obeso, tiene una serie de limitaciones, que van desde actividad laboral, desde actividad de cómo se siente, de cómo lo ve el resto, de su capacidad física e intelectual“.
Además, desde el punto de vista de la salud, el médico agregó que es muy preocupante, ya que la obesidad trae como consecuencia otras enfermedades.
“Digamos que nadie se muere de gordura o sobrepeso, se van desencadenando otro tipo de patologías que están asociadas a la obesidad y que son por las cuales el paciente termina en muy malas condiciones de vida al final de sus años“.
Diabetes, hipetensión y trastornos del aparato locomotor, son algunas de las enfermedades que pueden acarrear las personas que sufren de obesidad, según explicó el director de Cince.
Por esta razón, indicó que es de suma importancia que los padres asuman un rol, donde se preocupen de dar el ejemplo a los más pequeños, ya que “el niño siempre ve en sus padres, es su reflejo y su aspiración, si ese niño ve a un padre obeso, o a una mamá obesa, probablemente va a tender a seguir el mismo camino, se trata de todo un tema del punto de vista de familia”.
En cuanto a la pulsera inteligente que desarrolló el Gobierno, el experto señaló que esta tiene una “serie de información como el número de pasos que realiza , cuánto camina, el número de calorías que va gastanto, el número de kilómetros recorridos, nos permite saber las horas de sueño que es una cosa importante ya que influye en los trastornos del peso”, informó.
El azúcar, es un producto también muy consumido por los niños en general, y por lo mismo, el doctor fue enfático en que es necesario disminuir su consumo, si se quiere perder peso
“El azúcar actúa casi al mismo nivel de la cocaína a nivel cerebral, nos provoca una adición, para la persona el estímulo del azúcar es tan potente que se transforma casi en una droga (…)al igual que la cocaína provoca una liberación de una hormona a nivel cerebral que me da placer por lo tanto yo quiero ese placer y yo sé que lo obtengo con determinado alimento, determinada sustancia y voy a querer seguir consumiendo eso, entonces se provoca una adición”.
De todas maneras, indicó que no es necesario irse a los extremos, ya que solamente se requiere bajar la cantidad.
“Tampoco hay que irse al extremo de comerse todo sin azúcar, porque eso también provoca alteraciones a nivel cerebral. Lo recomendable como medida general es que si tomaba el té con tres cucharadas de azúcar, ojalá en una semana lo restrinja a dos y finalmente termine en una”.
Finalmente, reiteró que es necesaria la educación desde el hogar y que como familia se sometan a una terapia si es necesario ayudar al hijo y recordó que no es necesario desesperarse porque “todas las cosas, tan extremistas tan exageradas no sirven tiene que ser paulatino y de a poco“.
Escucha a continuación la entrevista realizada por Julio César Rodríguez en el Podría Ser Peor: