“El aborto no nos gusta ni lo queremos”, fue la primera reacción de la iglesia Católica en Chile, luego de que el Papa Francisco autorizara la absolución indefinida del aborto en nueva carta apostólica. Desde Miles en tanto, llamaron a dejar de dilatar la tramitación de su despenalización en tres causales.

El obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos, explicó que la declaración tiene ver con la misericordia y no con un visto bueno a esta práctica, que el Gobierno chileno busca despenalizar mediante un proyecto de ley que se tramite en el Congreso y que busca permitir la interrupción de un embarazo en los casos de riesgo de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación.

No significa estar de acuerdo con el aborto, por el contrario: dar ayuda a aquellas personas que han vivido esas situaciones para reencontrarse con el señor”, sostuvo.

Carta del Papa que para algunos significó una apertura de la iglesia católica sobre este tema. La directora del Movimiento por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Miles), Claudia Dides, afirmó que los legisladores católicos se quedaron sin excusas para rechazar la ley y los llamó a no ser más legalistas que la máxima autoridad de la iglesia católica.

Que Soledad Alvear deje de hacer lobby en contra de las mujeres y que sea capaz de escuchar al Papa que ya nos perdonó”, emplazó.

Desde la ONG Damas de Blanco, contrarias al aborto, su vocera, María Paz Vial, afirmó que el perdón del pecado que plantea el Papa Francisco, es para redimir a aquellas que cometieron un asesinato y que se arrepienten para nunca más hacerlo. Explicó que no tiene que ver con la despenalización del aborto en tres causales.

Según la doctrina católica, la interrupción del embarazo es un pecado grave que es castigado con la excomunión. Con la nueva misiva, el Pontífice da la facultad a todos los sacerdotes de “perdonar” a quienes lo cometan, en una decisión que rompe con los trámites administrativos del perdón en la iglesia católica.