La presidenta Michelle Bachelet, como suele hacer en algunas ocasiones, opinó sobre la contingencia nacional en entrevista con un medio de comunicación, refiriéndose a la crisis política y enfrentando los cuestionamientos que golpean con mayor frecuencia y dureza a su Gobierno.

En entrevista para la Revista Capital, la jefa de Estado refutó la sentencia del empresario Andrónico Luksic y aseguró que “el país no se está cayendo a pedazos”, invitándolo a tener una actitud más constructiva.

“No estamos en crisis económica, sino que la economía se ha desacelerado y ha disminuido la inversión”, dijo, invitando al sector público a que tenga una actitud propositiva, rescatando que en las cenas que suele tener con los distintos actores económicos sí se analizan cifras y encuentran acuerdos.

La mandataria subrayó también que el presupuesto de 2017 será el más austero de los últimos 14 años. “No soy populista y no voy, en el último año, a abrir la billetera y después dejar al país en un déficit”, sentenció.

A lo anterior, explicó que el Gobierno tiene el compromiso fiscal de ir reduciendo el déficit, por lo que resolvió incrementar el gasto fiscal en 2,7% para el próximo año. La situación la comparó con la medida adoptada por distintos países de la región, donde los que están en franca recesión o en desaceleración “han hecho un ajuste fiscal importante para, justamente, no generar un déficit mayor en el futuro”.

“Hay resultados que incluso son reconocidos fuera de Chile, como es el ámbito de la energía solar, de los alimentos saludables, del turismo sustentable. La economía ha estado lenta en algunas áreas. La minería ha estado impactada con los bajos precios del cobre y la disminución del crecimiento de China, que era nuestro principal comprador (…). Yo quisiera que la economía creciera mucho más, sin duda. Y no me atrevo a decir que hay brotes verdes, pero el Imacec fue mucho mejor de lo que se había anticipado y el desempleo no ha crecido”, añadió.

Catársis de la DC

La noticia que abrió los medios esta semana, luego de los resultados de las elecciones, fue el quiebre entre La Moneda y la Democracia Cristiana (DC).

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El lunes la presidenta de la DC, Carolina Goic, anunciaba su salida del comité político, además de haber calificado como “bochornosa” la tramitación de la ley corta por el error en el padrón electoral.

Si bien los roces de la DC con Bachelet no son nuevos, otro hecho calentó los ánimos, ya que el partido, -en un intento de marcar distancia con el Gobierno-, optó por ordenar a los alcaldes de su militancia que lograron un triunfo no asistir a la invitación de Presidencia de la República para fotografiarse con los vencedores del proceso. Instrucción que fue cumplida, dado que ningún edil DC llegó a la reunión.

“Tengo la impresión de que hay ciertas decisiones que se tomaron que generaron preocupación en la DC (…) a propósito del problema del padrón electoral, por ejemplo, también tratamos de buscar una solución (el acuerdo), porque el Servel dijo que por vía administrativa no podían resolverlo y nos entregaron una propuesta de proyecto de ley”, subrayó.

Y añadió: “Tomamos esa propuesta y la enviamos al Parlamento. Finalmente, no hubo voluntad política. Lo que veo es que a veces se busca, más que resolver el problema, que el Gobierno pague el costo político de los problemas. Y eso no le hace bien al país”.

¿Voto de castigo o abstención?

La jefa de Estado también dedicó un inciso sobre el resultado de las Municipales 2016, haciendo una lectura distinta al panorama, sacando la cuenta de que la Nueva Mayoría, -a pesar de que perdió las alcaldías más emblemáticas-, conquistó otras nuevas como Cerro Navia, Renca y Alto Hospicio en el norte.

“En la región Metropolitana, en la presidencial perdí en dos distritos: Ñuñoa, Providencia y, obviamente, Las Condes-Vitacura. Entonces, aquí uno se pregunta si se perdió o es que en verdad son distritos donde el electorado no es pro Nueva Mayoría”, relató.

Invitó a no sacar cuentas alegres y repasar los número en comicios anteriores, ya que la abstención, calculada en un 66%, impactó de manera irrefutable: “La Nueva Mayoría perdió votantes, pero uno no ve que haya habido un incremento de las votaciones de Chile Vamos. Por eso, insisto, hay que analizarlo bien”, explicó.

Bachelet resumió el tema resaltando que lo que importa es que la gente dé a conocer su opinión y que vote.

“Membrillo colegial”

Asimismo, habló sobre una tendencia de la sociedad y la “impunidad en las redes sociales”, que dan paso a faltas de respeto hacia las autoridades e instituciones.

“Todo el mundo empieza a pensar que puede hablar del presidente y decir cualquier cosa. Estoy como membrillo colegial, pero la verdad es que es parte del trabajo. Sin embargo, también creo que no nos hace bien como país perder el respeto entre las personas. Los presidentes no son dioses y podemos cometer errores como cualquiera. Pero no respetar ninguna institución debilita la democracia”, finalizó.