Preocupación han manifestado las autoridades por el alto porcentaje de rechazo que presenta en regiones como Aysén y Antofagasta, la vacuna que previene el contagio del virus del papiloma humano, administrada a niñas de cuarto a octavo básico.

Según cifras a las que accedió Radio Bío Bío, Aysén presenta un 15,7% de rechazo, mientras que en Antofagasta, la negativa a la inoculación alcanza el 12,6%. Ambas casi tres veces el promedio nacional de rechazo que alcanza el 5,3%.

De todas maneras este último porcentaje es elevado, en comparación con la tasa de rechazo que presentan otras vacunas del plan nacional de inmunización, que bordea el 3%.

La ministra de Salud, Carmen Castillo, afirmó que parte de la evaluación que se haga del suministro de la vacuna, podría incluir un trabajo conjunto entre ministerios para revertir la preocupante cifra.

El exministro de Salud, Jaime Mañalich, afirmó que los casos de judicialización que han efectuado algunas familias para suspender la vacunación, debieran ser impugnados en el Tribunal Constitucional.

Desde la Organización Panamericana de la Salud, su representante en Chile, Roberto del Águila, afirmó que al rechazar la vacuna, se está exponiendo a la población a que padezca el cáncer de cuello del útero.

La campaña de inmunización contra el VPH se enfoca en las alumnas de 4º y 5º básico, con una primera y segunda dosis, respectivamente.

En 2015, además, se inició una estrategia, que termina este año, para vacunas a las estudiantes de 6º a 8º básico, que busca que todas las niñas que egresen de enseñanza básica estén protegidas del cáncer que en Chile mata a 600 mujeres de entre 15 a 44 años cada año.