Un estudio reveló que la mitad de los universitarios chilenos reconoció haber sufrido un abuso sexual mientras cursaba estudios superiores.

La medición, realizada por las universidades de Playa Ancha y Santo Tomás, además de dos investigadoras alemanas, reunió a más de mil alumnos de diferentes carreras pertenecientes a cinco casas de estudios estatales y privadas.

De acuerdo a los resultados obtenidos, el 51% de las mujeres y el 48% de los hombres confiesan haber sido víctimas de una tocación indebida o una violación.

El doctor del Centro de Estudios Avanzados de la UPLA, José Antonio Muñoz, uno de los autores del estudio, explicó al portal de noticias Emol, que aunque la cifra de víctimización es similar en los dos casos, existen diferencias en cómo ambos grupos perciben el abuso, pues la mayor parte de los hombres “no se sienten víctimas”, y para las mujeres “siempre se percibe como una agresión”.

En ese sentido, profundiza Muñoz, los hombres no se sienten víctimas porque “aunque sea tocado por una mujer, él mantiene el control de la situación, porque puede frenarla. Por lo tanto, si bien es una víctima, hasta cierto punto tiene el control de la situación. En cambio, las mujeres nunca tienen el control, porque no son capaces de frenar físicamente a su agresor, por eso siempre va a ser más grave para las mujeres”.

En la misma línea, el estudio agrega que las ex parejas lideran la lista de principales agresores. Le siguen los amigos o conocidos, y luego las personas extrañadas.

Asimismo, un 26% de los hombres consultados y el 16% de las mujeres afirmó haber cometido un abuso sexual. “Muchas veces no son conscientes de que haya sido una agresión. Creen que haber tocado a alguien sin su consentimiento en una fiesta no es algo tan malo”, advirtió el profesional.

De acuerdo al estudio, entre los factores que incrementan los riesgos está el consumo de alcohol y la vida social en la época universitaria.

“Muchos jóvenes deben ir a otra ciudad, pierden el apoyo familiar, están solos, comienzan a mandar sobre sus propias vidas, tienen muchas fiestas y mucho proceso de socialización, a lo que se suma el consumo de alcohol, que acentúa la posibilidad de sufrir abusos“, explica el experto.