Lejos de terminar se encuentra la polémica entre la Democracia Cristiana y representantes de la Iglesia Católica respecto al apoyo de la falange al proyecto de ley de despenalización del aborto en tres causales.

Uno de los protagonistas es el obispo de Los Ángeles, Felipe Bacarreza, quien expresó su molestia por la aprobación de la idea de legislar la iniciativa con el voto favorable de la presidenta de la DC, la senadora Carolina Goic. Por ello, llamó al partido a modificar su nombre.

Desde el partido ha sido el senador Ignacio Walker el que ha dado principalmente las respuestas a Bacarreza, polémica encapsulada desde hace unas semanas en las primeras páginas de El Mercurio. Walker aclaró el 21 de septiembre en una carta al matutino que el carácter de la DC es “no confesional y no clerical“, por lo que están guiados bajo “inspiración humanista y cristiana”.

Sin embargo, el prelado no quedó conforme con la explicación y aseguró en una nueva carta al Decano, publicada el pasado lunes, que “el adjetivo ‘cristiano’ es confesional“, subrayando su rechazo al proyecto de aborto.

Walker, en su respuesta, descartó estar incurriendo en una contradicción y criticó la “intromisión inaceptable” de Bacarreza al sugerir el cambio de nombre, destacando la integración de las distintas visiones dentro de la misma Iglesia Católica.

El capítulo más reciente de la polémica la escribió el obispo Bacarreza, en una misiva (que también publicó El Mercurio) este miércoles. Indicó que Walker se evitaría “las continuas aclaraciones” si el partido cambiara el nombre, con lo que la colectividad “sería más consecuente con su condición de realidad temporal autónoma respecto de la esfera religiosa que el nombre ‘cristiano’ significa”.

Incluso, citó parte de la liturgia católica: “concede a todos los que se declaran cristianos rechazar lo que es contrario a este nombre y abrazar lo que le es coherente”.