Este miércoles la directiva de transición de la Central Unitaria de Trabajadores dio a conocer el itinerario y proyecciones del comité ejecutivo de la multigremial tras las cuestionadas elecciones.

La mesa está encabezada por la presidenta Bárbara Figueroa, el secretario general Nolberto Díaz y el vicepresidente Arturo Martínez, aunque este último no estuvo presente en el acto público realizado en la sede de la Central.

Esto, luego que la segunda y tercera mayoría de las elecciones lideradas por la lista de Figueroa (ligada al PC) y Nolberto Díaz respectivamente (vinculado a la DC), se aliaran para quedarse con la presidencia y secretaría general de la multigremial, relegando a Martínez (socialistas) a la vicepresidencia tras obtener la mayor votación.

Figueroa confirmó que en octubre se convocará a un consejo nacional ampliado, con el objetivo de definir la fecha del congreso nacional que deberá establecer el mecanismo para la realización de nuevas elecciones tras los cuestionados comicios de la central.

El proceso, agregó, será apoyado por la directiva de transición para “subsanar los déficit vividos en el marco del proceso electoral”, reconociendo que enfrentan “la necesidad de un fortalecimiento interno y de avanzar y mejores mecanismos de democracia interna” en la CUT.

Otra de las fechas claves es el 28 de septiembre, donde los 45 consejeros electos se reunirán en el consejo directivo nacional y establecerán los lineamientos del consejo nacional ampliado.

La constitución de esta directiva de transición, a juicio de Bárbara Figueroa, es una “buena señal para enfrentar las dificultades” arrastradas por las elecciones.

Sin embargo, Arturo Martínez anticipó el tono de la relación que habrá en la directiva y dijo que existirán dos vocerías de la multigremial si no existe acuerdo en tópicos claves. Aseguró que asumió el puesto de la vicepresidencia solo con el objetivo de representar a quienes votaron por él.

“Si la CUT no asume el tema de la lucha contra las AFP, nosotros la vamos a asumir en el sector nuestro. Habrán dos vocerías. Si la CUT no asume que la reforma laboral no sirvió para nada y fue un retroceso, y hay que exigir un nuevo Código del Trabajo, nosotros lo vamos a hacer. Habrán dos opiniones siempre si es que no coincidimos“, manifestó Martínez.

Sobre esto, Bárbara Figueroa emplazo a Martínez a que no los pauteen y planteó que fue él quien realizó vocerías durante la anterior administración encabezada por ella misma.

“Eso durante mi periodo ocurrió. Por lo tanto, a mí no me sorprende que hoy se hable de que van a haber distintas vocerías porque, a diferencia de lo que ocurría antes de mi periodo en la CUT, aquí el presidente no es el único que habla. Yo he tenido tremenda disposición y creo que es parte de los tiempos nuevos entender que aquí no va a haber una única voz. Lo que sí tenemos que entender es que la voz institucional es la que representan las mayorías”

A diferencia de Figueroa, quien descartó recurrir a organismos externos para dirimir el resultado de la cuestionada elección por abultamiento de sindicatos y alteración de documentos, entre otras denuncias, Nolberto Díaz acudió al Tribunal Electoral de Santiago impugnando dichos comicios a nivel nacional denunciando irregularidades.

En especial, apunta a que los vicios se habrían gatillado por parte de la nómina de Arturo Martínez.

Sin embargo, Díaz descartó que sea una contradicción haber pactado con Figueroa e impugnar este proceso: “No son elementos contradictorios. Nosotros lo que estimamos que serán los tribunales de justicia, los tribunales electorales y los mecanismos internos de la central los que darán y fijarán un marco para más transparencia. Lo que nosotros hemos hecho es construir una alianza para más democracia, más transparencia y más participación a la central. Ese es un proceso al que están invitados todos”.

Nolberto Díaz impugnando las elecciones de la CUT en el Tribunal Electoral.
Nolberto Díaz (Christian Borcoski | RBB)