Un 31% de chilenos que se ha sometido al Examen de Medicina Preventiva, presenta obesidad, de acuerdo a los datos recogidos a marzo de este año por la Subsecretaría de Salud Pública.

De 352.831 adultos que se han realizado el examen en consultorios, la obesidad fue detectada en 110.360 casos. Esto, ya que arrojaron un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30.

Sin embargo, hay comunas que están por sobre el promedio del país (31%). Es el caso de Concepción, donde se halla un 93% de casos de obesidad. Le sigue Valdivia con 57%, Iquique con un 46%, Antofagasta (45%), Punta Arenas (35%), Puerto Montt (34%) y Coyhaique (31%).

En la región Metropolitana, la concentración de pacientes que tiene malnutrición por exceso está en los sectores poniente y sur, mientras que las comunas con un menor porcentaje de obesos están en la zona oriente.

Entre las comunas que lideran el ranking en la capital están Lo Espejo (34%), Huechuraba (33%), Pudahuel (32%), Cerro Navia (31%), Estación Central (30%), Peñalolén (30%), El Bosque (30%), San Ramón (30%).

Desde el Colegio de Nutricionistas, su presidente Samuel Durán explica al diario El Mercurio que la obesidad “se concentra en sectores con menores niveles educativos y económicos, donde hay menos recursos para comprar alimentos saludables, pero también donde hay menos información de cómo debería alimentarse”.

Exámenes

A partir de los 4 años los chilenos pueden conocer su estado nutricional a través del Examen de Medicina Preventiva, varias pruebas gratuitas y de carácter voluntario que se encuentran garantizadas en el plan AUGE.

Está dirigido tanto a usuarios de isapres como de Fonasa y su fin es revisar si el paciente presenta enfermedades asociadas a la mal nutrición por exceso y que puedan tratarse en etapas tempranas (diabetes o hipertensión arterial).

No obstante, para el exministro de Salud, Jaime Mañalich, estos exámenes “hacen sentido cuando tienes una solución, una respuesta que ofrecer (…) Para obesidad en particular, no hay ningún programa en esquema de salud pública que permita ofrecerles a los pacientes consejos, dieta o cirugía; no está garantizado”.

“Saber si se es obeso o no es prácticamente indiferente porque no tenemos nada que ofrecerle”, alertó Mañalich.

El presidente de los nutricionistas coincide en que “alcanzar a revertir el sobrepeso es muy poco probable. A la persona se le va a mirar la dieta cuando ya sea obeso y haya desarrollado otras enfermedades crónicas que no se puedan curar”.

“En los consultorios hay nutricionistas, pero nos llegan pacientes derivados cuando ya han desarrollado otras enfermedades y su estado de salud se agrava. Una persona que quiere controlarse, educarse para saber cómo comer y mejorar su dieta para mantenerse saludable, no puede pedir una hora, no se la van a dar”, asegura Durán.