La concesionaria Bruno Fritsch deberá pagar una indemnización de 20 millones de pesos por vender una camioneta Hyundai Tucson refaccionada como nueva.

El afectado pagó $14.190.000 por el vehículo, luego de lo cual un ruido extraño despertó sus sospechas. Ya en su casa, se percató de que los focos traseros se encontraban desnivelados, además de presentar tonalidades de pintura distintas.

Con los antecedentes en mano, contrató un perito judicial, quien descubrió además que el tubo de escape también presentaba anomalías y que había sido reparado.

Tras acudir al taller de la marca, le confirmaron que el vehículo era refaccionado y que presentaba fallas de fábrica.

A cambio, le ofrecieron un vehículo de un menor valor, que no contaba con la misma tecnología, lo que fue rechazado por el comprador. La empresa no atendió su solicitud de devolución del dinero o el cambio de la camioneta por otra igual.

El cliente decidió acudir a la Justicia, por lo que interpuso una denuncia ante el Juzgado de Policía Local de Paine y que terminó incluso en la Corte Suprema, tras los alegatos de Bruno Fritsch.

Finalmente, la empresa fue condenada a devolverle el dinero de la compra al afectado y a pagar $6 millones más por las molestias que enfrentó.

El caso se suma a otro similar registrado en junio de 2014 con la misma concesionaria, que vendió un auto nuevo con reparaciones previas sin informarle al cliente.