El primer trimestre de 2016 registra una caída de más del 40% en las ventas de viviendas en el país, situación que, sumada al piso promedio de 23% que exigen los bancos para otorgar préstamos, ubica la expansión del crédito hipotecario en la más baja de los últimos cuatro años.

Al menos así lo evidencia el crecimiento de los créditos, pasando del 10,5% real durante el 2015 a 8,6% en junio de 2016, según reseña el Diario Financiero con información de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF).

Para Segismundo Schulin, presidente del gremio, esta situación “también se ha visto reflejada en la percepción de una demanda crediticia más débil junto a estándares de aprobación más conservadores”.

El segmento que más afectado se vio fue el de viviendas usadas, que representa en promedio 55% de las colocaciones cursadas, tanto en términos de unidades como de monto.

Según informó la ABIF, existe una caída trimestral de 9% a marzo de 2016 y señalan que, bajo un escenario de prolongación del deterioro económico, la tendencia podría continuar a la baja, ya que estas transacciones no cuentan con un compromiso previo de compra.

En el caso del crédito a viviendas nuevas (45% del total), la asociación indicó que existen elementos contrapuestos. Por un lado, el adelantamiento en la compra de viviendas durante el 2015 por razones tributarias elevó las promesas, las que solo en la Región Metropolitana crecieron 36% anual a diciembre de 2015. “Estas promesas debieran traducirse en escrituras en el transcurso de este y el próximo año, lo que involucraría un impulso a los créditos hipotecarios”, indicó el gremio.

Cambios recientes

Para este año, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras incorporó a partir de enero un cambio en la medición de riesgos de los créditos hipotecarios “que básicamente la señal que mandó a los bancos es que los créditos que tuvieran un pie menor al 20% tendrían que hacer una fuerte prohibición”, así lo informó Gonzalo Sanhueza, economista y socio de Econsult, para CNN Chile.

Esta medida causó un caída del 9,5% en el préstamo para viviendas usadas en el primer trimestre de 2016, lo que prevé que el precio de los inmuebles baje 5,0% para las nuevas y 7,0% para las usadas.