Lucía Hiriart habría presentado su renuncia, -el 8 de julio pasado-, a la Fundación de Apoyo Social (FAS), la cual está ligada a Cema Chile y que levantó en conjunto con sus hijas Lucía, Verónica y Jacqueline Pinochet; y su hermana Tatiana. Si bien ellas ocuparon la vicepresidencia hasta 1989, ninguna la reemplazaría en el cargo.

Se trata de una organización sin fines de lucro, con la que la viuda de Augusto Pinochet buscó “proporcionar ayuda material y social a personas de escasos recursos”.

De acuerdo a lo consignado por el diario El Mercurio, FAS sería una “heredera” del patrimonio de Cema Chile, que según un balance realizado en 2014 ascendería a $5.000 millones.

Conforme a una reforma aprobada por decreto del Ministerio de Justicia en 1997, en caso de disolución o dispuesta la cancelación de su personalidad jurídica por parte del Gobierno, los bienes y activos de Cema Chile tendrán que traspasarse en partes iguales a la FAS y a la Corporación de Damas de la Defensa Nacional.

El matutino, además, subrayó que la renuncia de Hiriart está en proceso de formalización, luego de ser remitida al Ministerio de Justicia.

Actualmente, el directorio de FAS está ocupado por los mismos miembros de Cema y por María Luisa Oettinger Arrate (vicepresidenta), Julio Véjar Zamorano (director tesorero) y Víctor Manuel Avilés Mejías (director secretario de actas), compartiendo las dependencias para fines de juntas y reuniones.

Investigación

Existe una investigación para determinar si existieron traspasos de dineros entre ambas instituciones y si éste, efectivamente, ha sido destinado para la ayuda social. En caso de comprobarse lo contrario, tanto FAS como Cema corren riesgo de perder su personalidad jurídica.

Cabe recordar que hace unas semanas se incautaron documentos de Cema en el marco de una indagación encabezada por el ministro de la Corte de Apelaciones, Guillermo de la Barra.

En cuanto a FAS, se investiga un préstamo otorgado a Cema que estaría vinculado con la venta de un inmueble, ubicado en calle Bilbao en Santiago, que la fundación posteriormente vendió en $625 millones en 2013.