Con el objetivo de fortalecer las actividades productivas de los pequeños agricultores de los pueblos originarios, en un marco de mayor participación, pertinencia cultural y mejores servicios, Indap implementará a partir del 1 de julio, y en forma gradual durante los próximos 18 meses, una serie de cambios en el Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) que se ejecuta desde 2009 en convenio con la Conadi.

El anuncio lo hizo el director nacional de Indap, Octavio Sotomayor, durante la celebración del Día Nacional de los Pueblos Indígenas en la comunidad Huinca Curamil y Paillavil, en el sector El Peral de la comuna de Nueva Imperial, actividad que contó con la presencia del intendente de la Araucanía, Andrés Jouanett; el director nacional de la Conadi, Alberto Pizarro, y el alcalde dueño de casa, Manuel Salas.

Esta iniciativa se enmarca en el compromiso del gobierno de implementar políticas y programas inclusivos que apunten a acortar las brechas de desigualdad en el mundo rural. Indap hizo suyo este desafío, al definir en sus Lineamientos Estratégicos 2014-2018, la creación de instrumentos específicos para jóvenes, mujeres y pueblos originarios.

En ese marco surgen las modificaciones que dieron sustento al Plan de Mejoramiento del Programa, a través de 119 talleres participativos que se realizaron en las 7 regiones con mayor presencia indígena (Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Bío Bío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos), los que contaron con más de 2.300 asistentes, entre dirigentes y autoridades tradicionales de los pueblos originarios.

Entre las demandas, los participantes apuntaron a un instrumento más eficiente para alcanzar el desarrollo y bienestar de familias y comunidades, fundamentalmente por sus formas de organización como por su raigambre cultural, que varían de pueblo en pueblo y se diferencia del campesinado en general.

Desde la perspectiva de los usuarios indígenas, hay 3 componentes centrales en que innova este programa: Se reconocen y respetan las tradiciones de los pueblos, su cultura y formas de organización; se hará una instalación progresiva y flexible del programa, que integre a facilitadores interculturales y cuente con Consejerías y Mesas de Trabajo, en tanto mecanismos permanentes de diálogo y participación; y la entrega de recursos se hará contra una estrategia de desarrollo propuesta por los grupos, familias y comunidades.

“Queremos que las comunidades y grupos indígenas empiecen a ser titulares del programa, para lo cual hemos reconocido a sus autoridades y trabajaremos con facilitadores interculturales. También queremos avanzar en materia de recursos y contar mesas de coordinación fuertes en cada territorio, para mantener diálogos regulares”, dijo el director nacional de Indap, Octavio Sotomayor. Agregó que este nuevo “equilibrio de poder” representa un gran desafío para la institución y sus funcionarios, a quienes solicitó la mejor disposición y apertura, ya que “esto les hace bien a nuestros pueblos originarios y también al país”.

INDAP trabaja con 159 mil familias campesinas e indígenas a lo largo del país. De ellas, 56 mil pertenecen a pueblos originarios y participan en algún programa del servicio.