Redes sociales como Instagram están inundadas de imágenes de cuerpos perfectos, que si bien pueden ser una motivación para quienes desean ponerse en forma, también pueden despertar complejos e inseguridades en algunos.
Lo cierto es que esas fotos deben gran parte de su aspecto a la pose y el ángulo de cámara correcto, pues los cuerpos tienen diferentes perspectivas, y depende de cómo los mostremos es cómo se perciben.
Un ejemplo de ello lo puso la conocida chica fitness Anna Victoria, quien en una oportunidad decidió compartir una imagen de su abdomen desde otro ángulo, para mostrar que en realidad nadie es tan perfecto.
“Quiero que sepan que los pliegues de piel o que te salgan ‘rollitos’ cuando te sientas es normal y no hay que odiarse ni avergonzarse por esto. Hay momentos en los que me he visto frente al espejo mientras estoy sentada y automáticamente he pensado ‘guácala’, porque a eso nos condiciona la sociedad a pensar. Tu estómago no tiene que ser perfectamente plano para que estés sana, para que te ames a ti misma o para que seas una persona confiada, impresionante y bella”, agregó.
Y así como ella, muchos otros se han animado a hacer lo mismo, mostrando lo fácil que es simular que un cuerpo es más “perfecto” de lo que realmente es.
La iluminación, los ángulos, la ropa, hay un montón de maneras de hacer que un cuerpo se vea mejor en una foto.
A continuación te mostramos algunas pruebas de ello.
Otro ejemplo de esto lo dio la fotógrafa estadounidense Gracie Hagen, quien en su libro “Illusions of the Body” (Ilusiones del Cuerpo), recoge una impresionante serie de capturas que dan cuenta cómo la belleza puede ser un simple punto de vista.
Para confirmarlo, Hagen reunió a una serie de personas comunes y corrientes, hombres y mujeres, de distintos grupos étnicos y edades. A todos los retrató con la misma iluminación y sin mover la cámara de su posición, pidiéndoles sólo que cambiaran su postura corporal.
¿El resultado? Una primera fotografía atractiva o por lo menos agradable, mientras que la segunda los convierte en personas menos atractivas.
“Esta serie de fotografías fue realizada para atacar las supuestas normas sobre cómo deberían lucir nuestros cuerpos. La mayoría de nosotros nos percatamos de que los medios sólo muestran las imágenes más favorables de la gente, forzándonos a compararnos con ellos. Sin embargo nunca vemos las otras fotos tomadas a esas mismas personas donde lucen mal. Ese contraste ayudaría bastante a que cambiemos los conceptos que tiene nuestra cultura sobre la imagen corporal”, explica la artista de Chicago en su sitio web.
Según Hagen, su trabajo intentó plasmar la mayor diversidad de personas en sus tipos, razas o sexos, para demostrar que no existe un cuerpo “normal”, sino que todos tenemos diferentes formas y tamaños.
“Celebra tus formas, tamaños y las extrañas contorsiones que puede adoptar tu cuerpo. El cuerpo humano es una cosa tan bella como extraña”, resume la fotógrafa.