Clare Baumhauer, una mujer de 44 años oriunda de la ciudad de Erith en Inglaterra, pasó dos décadas de su vida sufriendo de picazón, ardor y molestias en la vagina. Durante ese tiempo, le dieron múltiples diagnósticos y tratamientos sin que los síntomas desaparecieran.

Cistitis, aftas y herpes fueron sólo algunas de las cosas que los médicos le dijeron que tenía hasta que descubrieron que padecía de cáncer vulvar.

“Me dijeron que era cistitis, pero me harté de que siempre me dijeran lo mismo. También me dijeron que podrían ser síntomas anteriores a la menopausia”, indicó en declaraciones recogidos por el diario británico Mirror. “Nunca había oído hablar del cáncer vulvar, y los médicos no estaban detectando los síntomas”, añadió.

“Estoy muy enojada por el hecho de que se perdiera tanto tiempo, si lo hubieran detectado hace 5 años, mi problema podría no haberse convertido en cáncer”, expresó la mujer, quien explicó que su enfermedad habría sido desencadenada por una infección llamada esclerosis de liquen -un trastorno de la piel inflamatorio de la región genital y perianal- la que no se le encontró a tiempo.

“Estoy más sorprendida que molesta con que los doctores no lo supieran. Ahora mi médico de cabecera sabrá lo que es si alguien tiene síntomas similares a los míos”, manifestó Clare, agregando que muchas personas padecen lo mismo que ella y les dicen que es herpes o cistitis.

Clare Baumhauer
Clare Baumhauer

La mujer relató que la constante ida y vuelta a los médicos, sumado a la falta de resultados, la hizo dejar de buscar ayuda por un largo tiempo, lo que empeoró su estado. Sólo volvió a consultar con un doctor cuando el dolor se hizo insoportable y recién ahí la enviaron a hacerse exámenes específicos para determinar si se trataba de un cáncer.

Tras recibir el diagnóstico correcto, Clare debió someterse a radioterapia y cirugías para tratar la enfermedad. De hecho, ya le han quitado varios ganglios linfáticos y debe lidiar con la menopausia temprana provocada por el tratamiento.

Con su testimonio, esta mujer busca aumentar la conciencia en torno a este cáncer, y animar a las mujeres a visitar al ginecólogo e insistir cuando no quedan conforme con el diagnóstico.

“Simplemente no te avergüences. Anda al médico y pregúntale por qué tienes que ir y venir. Mi condición se remonta a años atrás y fácilmente fui diez veces, deberían haber notado que había una diferencia entre mis síntomas y cistitis u otras enfermedades”, explicó.

Clare y su familia
Clare y su familia

“Tan pronto como vi a mi cirujano, que es dermatólogo y ginecólogo, se dio cuenta enseguida, pero los médicos y las enfermeras obviamente no se dieron cuenta”, explicó.

Luciano Nardo, ginecólogo británico, señaló al diario Mirror que “el cáncer de la vulva es raro en comparación con otras formas de la enfermedad”.

“Las personas que corren mayor riesgo, por lo general, son las mujeres que fuman, que son obesas o diabéticas y tienen entre 37 y 65 años de edad”, explicó.

“También hay riesgo asociado con personas que sufren infección persistente con ciertas versiones del virus del papiloma humano (VPH)”, añadió

“La vacuna contra el VPH puede reducir las probabilidades de desarrollar un cáncer vulvar. Si observas algún cambio en la apariencia normal, se aconseja consultar a un médico”, puntualizó.

Síntomas y factores de riesgo

De acuerdo a la prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos, el cáncer vulvar “es un tipo de cáncer que afecta la superficie externa de los genitales femeninos. La vulva es el área de piel que rodea la uretra y la vagina, y comprende el clítoris y los labios”.

“Por lo general, el cáncer vulvar se manifiesta como un bulto o llaga en la vulva que con frecuencia produce picazón. Aunque puede ocurrir a cualquier edad, el cáncer vulvar se diagnostica con más frecuencia en las mujeres mayores”, explicó el organismo.

Entre los principales signos y síntomas del cáncer vulvar están:

Picazón que no se va
Dolor y sensibilidad
Sangrado fuera de la menstruación
Cambios en la piel, ya sea de color o engrosamiento
Bultos y protuberancias que parecen verrugas o llagas.

Es importante que consultes a tu médico si tienes estos síntomas.

La Clínica Mayo explicó que el tratamiento para este mal generalmente “implica una cirugía para extirpar el cáncer y una pequeña parte del tejido sano que lo rodea. Algunas veces, la cirugía de cáncer vulvar requiere la extirpación de toda la vulva. Cuanto antes se diagnostique el cáncer vulvar, menos probable es que el tratamiento requiera una cirugía más extensa”. También se puede requerir quimioterapia y radioterapia.

El organismo señaló que generalmente los médicos saben que el cáncer comienza cuando una célula produce mutaciones en el ADN. “Estas mutaciones permiten que la célula crezca y se divida con rapidez. La célula y el producto de las divisiones continúan viviendo cuando otras células normales morirían. Las células acumuladas forman un tumor que puede ser canceroso y que invade los tejidos cercanos y se propaga a otras partes el cuerpo”.

Si bien no se conocen totalmente las causas de este cáncer, hay factores que incrementan el riesgo de padecerlo:

Edad avanzada. Aunque puede aparecer a cualquier edad, el riesgo aumenta con los años. La edad promedio de diagnóstico es 65 años.

Exposición al virus del papiloma humano (VPH). “El VPH es una infección de transmisión sexual que aumenta el riesgo de padecer varios tipos de cáncer, como el cáncer vulvar y el de cuello uterino. Muchas mujeres jóvenes y sexualmente activas están expuestas al VPH, pero en la mayoría la infección desaparece sola. En algunas, la infección causa alteraciones en las células y aumenta el riesgo de padecer cáncer en el futuro”, aseguró la entidad privada.

Fumar.

Infección con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Al debilitar el sistema inmune, el VIH hace a las personas más propensas al VPH y en consecuencia a este tipo de cáncer.

Antecedentes de enfermedades precancerosas de la vulva. Enfermedades como neoplasia intraepitelial vulvar aumentan el riesgo.

Enfermedades de la piel de la vulva. El liquen escleroso o esclerosis de liquén -enfermedad que padecía Clare- también incrementa el riesgo.

Para detectar la enfermedad se pueden realizar pruebas como biopsia, examen pélvico bajo anestesia, imágenes por resonancia magnética, tomografía computarizada (CT) o tomografía axial computarizada (CAT) y tomografía por emisión de positrones.

Lo más importante es que si sospechas de que podría ser tu caso, consultes al médico y hagas las preguntas necesarias para que quedes completamente tranquila respecto a tu estado de salud.