El embarazo es un proceso que arrastra una serie de importantes cambios físicos y psicológicos en la mujer. De esta forma, el cuerpo suele reaccionar de formas inesperadas y presentar síntomas que quizás nunca antes había experimentado como problemas relacionados con la salud dental.

Mal aliento, dolores y sangrado en las encías, son algunas de las molestias más comunes provocadas por las caries y la gingivitis, condiciones que suelen afectar a las mujeres embarazadas y complicar el proceso.

Incluso, según indica la Encuesta Nacional de Salud en Chile, el promedio de dientes cavitados por caries en la población femenina aumenta en las edades habituales de embarazo (entre los 25 y 44 años) de 1,4 dientes con caries a 2,56.

El mismo organismo, además, señala que en 2012 cerca de 150 mil mujeres encinta ingresaron a tratamiento dental con 4 o más dientes afectados.

Gengivitis y factores hormonales

El doctor René Castro, ginecoobstetra y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales (UDP), asegura que son las condiciones propias del embarazo las que convierten a las mujeres en personas susceptibles a desarrollar estas condiciones.

“Las alteraciones propias de este periodo incluyen una inmunosupresión temporal y el aumento de niveles de hormonas femeninas (estrógeno y progesterona)”, explica el doctor, lo que provoca enfermedades periodontales (gengivitis).

No obstante, el experto recalca que esta condición puede afectar el resultado del embarazo, adelantado sus plazos. “Los mecanismos relacionados con el aumento de la circulación de patógenos y marcadores inflamatorios, pueden ser los responsables de un parto prematuro”, comenta.

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Caries: antojos y náuseas

Dejando a un lado las causas anteriores, el doctor también asegura que finalmente son las conductas de las mujeres encinta las que elevan su riesgo a padecer caries y otros problemas bucales.

“El aumento de la acidez en la cavidad oral, el mayor consumo de azúcar debido a los ‘antojos’ y la menor atención a los cuidados de salud oral tienden a aumentar el riesgo de caries”, aclara.

Sin embargo, los alimentos altos en azúcares no son los únicos culpables. René indica que los vómitos y náuseas que afectan entre un 50% y 90% de las embarazadas en el primer semestre también influye.

“Los anteriores generan la acidificación del medio bucal, favoreciendo la erosión del esmalte. Se ha observado que los cambios hormonales de este período pueden causar sequedad bucal, por lo cual se recomienda un mayor consumo de agua, o de chicles sin azúcar, para aumentar la salivación”, comenta el académico de la UDP.

Por su parte, Gabriela Yanine Bustos, cirujano dentista de la Clínica Schneider en Concepción, culpa a la falta de higiene bucal inmediata después de la ingesta de alimentos, como uno de los grandes responsables de la aparición de caries.

“Las gestantes generalmente comen a deshoras y no tienen el hábito de lavar sus dientes de inmediato, manteniendo en la boca durante muchas horas restos alimentarios, que son metabolizados por las bacterias, generando los ácidos que producen las caries e inflamación de las encías”, detalla.

Medidas para cuidar la salud dental

Más allá de las molestias propias para el paciente que padece una enfermedad buco-dental, existe otra preocupación que se relaciona con la salud del bebé gestado. “Las bacterias que se encuentran en la boca de una embarazada pueden transmitirse a su hijo(a) a través de la sangre y el líquido amniótico, lo que puede causar complicaciones en el embarazo como riesgo de parto prematuro, bajo peso del niño(a) al nacer o infecciones en el/la recién nacido”, sostiene la odontóloga.

“Es por esto que el control odontológico en la etapa del embarazo es de crucial importancia para así garantizar la salud de la madre, gestante y posterior recién nacido”, añade Gabriela Yanine Bustos, y destaca algunas recomendaciones preventivas de enfermedades buco-dentales.

• Disminuir la ingesta de carbohidratos sobre todo en los periodos entre comidas o colaciones donde no se tiene acceso a un cepillado posterior.
• Cepillado de dientes 3 veces al día luego de las comidas principales (usar cepillo con cerdas suaves).
• Uso de hilo dental o cepillo interproximal una vez al día, para remover la placa bacteriana que no fue removida con el cepillo tradicional.
• Usar pasta de dientes con flúor, la mayoría de venta en farmacias y supermercados tiene una concentración de 1450 ppm. En caso de requerir un aporte de flúor mayor, el odontólogo evaluará el caso en particular, como pueden ser los pacientes que poseen tratamientos de ortodoncia o tienen disminuido el flujo salival.
• El enjuague bucal no reemplaza el cepillado, en caso de utilizarlo como complemento del cepillado preferir los que contienen flúor y sin alcohol.

En tanto, René Castro sugiere un cuidado especial para las mujeres con mayor riesgo de caries. “Recomiendo un protocolo diario de prevención consistente en enjuagatorios combinados de Fluoruro de sodio al 0,05% (en la mañana), y de Clorhexidina al 0,12% (en la noche), a partir del 6º mes de embarazo y hasta el parto, en ciclos de 20 días de tratamiento y 10 de descanso”, detalla-

El experto expresa que el período más seguro y confortable para el tratamiento odontológico electivo de la embarazada es entre las semanas 14 y 20 de gestación (3 a 5 meses), aunque la atención odontológica puede entregarse durante todo el embarazo. “La postergación de un tratamiento necesario puede implicar un riesgo mayor para la salud de la madre y feto”, subraya.

“La atención durante el embarazo tiene la capacidad de beneficiar tanto a la madre como a su futuro hijo, disminuyendo la transmisión del Streptococo mutans, principal agente responsable de esta patología”, añade.

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Salud dental para embarazadas en Chile

Desde hace 6 años, la Salud Oral Integral para las embarazadas es una garantía GES. “Es una intervención de alto impacto, considerando que para muchas mujeres el embarazo es una oportunidad única para modificar conductas que se han asociado a un riesgo mayor de problemas de salud”, explica Castro.

“Esta consiste en una atención odontológica realizada por un cirujano dentista, según las necesidades de la paciente, dirigida a educar, prevenir, recuperar y rehabilitar su salud bucal”, agrega Gabriela, y especifica: “Todas las mujeres embarazadas con confirmación de su condición de embarazo (certificado médico que indique su estado), beneficiarias de Fonasa o de isapres, tienen acceso a tratamiento dental integral”.

La experta dice que durante este tratamiento se privilegia la comodidad de la mujer y se planifica según su estado. “Se debe acomodar a la paciente en posición semi-sentada hacia la izquierda en el sillón y permitiendo los cambios frecuentes de posición. Si ella presenta náuseas y vómitos matinales se deben programar las sesiones por la tarde”, agrega.

Ambos profesionales coinciden en la importancia de no postergar el tratamiento dental durante el embarazo, para proteger la salud de la mujer y su futuro hijo.