El Día de la Mujer es una celebración que cada año va cobrando más y más fuerza, sin embargo, la igualdad de género es un tema que aún está lejos de terminar, y por el cual ellas siguen luchando día a día.
Teorías sobre cómo conseguirlo hay muchas, aunque también existe un consenso en que esto debe ser aprendido desde la más tierna infancia, por lo cual es de suma importancia que cuenten con un modelo de seguir adecuado.
1. Educación
“La forma en que nos educan y la forma en que internalizamos los mensajes de nuestra sociedad es parte fundamental de que las mujeres no estén más activamente en cargos altos o que no exista una equidad en todos los ámbitos”, asegura Nerea de Ugarte, psicóloga y terapeuta en psicología de la mujer, y asesora Programa para la Autoestima Dove – ONU Mujeres Chile.
Según la encuesta Adimark realizada con la marca Dove, el 53% de las niñas chilenas tiene un referente, del cual en su gran mayoría (71%) eligió a su madre como principal modelo femenino a seguir. “Es interesante este dato ya que da cuenta de lo fundamental que es lo que estamos transmitiendo a nuestras hijas, el cómo hablamos de otras mujeres, el cómo nos relacionamos con nuestra parejas, el cómo nos desarrollamos profesionalmente, el cómo hablamos de nosotras mismas”, agregó a BioBioChile.
“Nos enseñan a cumplir, a ser buenas mujeres, buenas madres, buenas esposas, pero no nos enseñan a tomar riesgos, a equivocarnos, a tirarnos a la piscina sin miedo de ahogarnos por un ratito… Es divertido ver cuestionarios en internet que evalúan primero si son hombres o mujeres y luego hacen preguntas: los hombres escriben las respuestas y envían, las mujeres escriben, borran, escriben de nuevo y borran de nuevo: esto es porque al educarnos para ser perfectas le tenemos terror al fracaso, tenemos que hacerlo bien siempre. Y eso es imposible”, dice la profesional.
2. Visibilidad de los logros
En tanto, para la argentina Tatiana Bregi -coach ontológico y cofundadora del Movimiento 7Reinas- es necesario visibilizar y valorar los logros de las mujeres. “Incluso a nivel corporativo están apareciendo cada vez más programas de fomento para lograr ese objetivo”, dijo.
“También, aunque de a poco, se están viendo más mujeres en la función pública, y una de las cosas que más valoro de lo que está pasando actualmente, es que los medios, las empresas y las marcas, están entendiendo que deben comenzar a comunicarse con nosotras desde otro lugar, con menos etiquetas, menos estereotipos y más contenidos de valor, algo tan necesario para no desvirtuar, sobre todo en nuestras niñas, una imagen de la mujer que ya es obsoleta, y daña la autoestima“, asegura.
“Si preguntas entre tus amigas, quien de ellas se siente identificada o considera de valor los concursos de belleza tradicionales, donde se visibiliza a la mujer sólo por su apariencia y no por lo que realmente es, o sea, una líder que genera un impacto en su sociedad y que necesita ser visibilizada por su HACER… Te sorprenderás de darte cuenta de la incoherencia entre lo que necesitamos y lo que nos hacen o quieren hacer creer que necesitamos”, sentenció.
3. Voluntad para enfrentar el problema
Según Fabiola Olate, fundadora de la comunidad Mujeres influyentes, este es una de las cosas más importantes para poder conseguir la equidad, aunque por nuestra historia no será nada fácil.
“Creo que una de las razones que explican las diferencias proviene del ámbito cultural. Y nuestra cultura hasta hace muy poco nos hacía pensar que la mujer la que debía asumir el cuidado de los hijos y las labores domésticas, con la inversión de tiempo que esta situación implica y con las limitantes que generaba en estudios y desarrollo de carrera, por ejemplo”, aseguró la también diseñadora de modas.
“Este modo de pensar y actuar en consecuencia, comenzó a generar una brecha tanto en el acceso al trabajo como a la posibilidad de acceder a cargos directivos. Si miramos las cifras entregadas ayer la Presidenta de la República en una actividad, donde se mencionaba esta situación, en Chile el 71% de los hombres participa del mercado laboral versus un 48% que obtienen las mujeres, lo que nos deja con las tasas de participación más bajas de Latinoamérica y con un gran desafío por delante tanto al mundo público como privado”, agregó.
“Los desafíos requieren de voluntad para enfrentarlos. Y en este sentido, creo que existen leyes que deben cambiar imperiosamente para facilitar la incorporación de más mujeres al mundo laboral y que se adapten a los paradigmas y necesidades actuales. Modificaciones en las jornadas laborales para que hombres y mujeres puedan participar de la crianza y educación de sus hijos, por ejemplo”, sentenció.
4. La presencia materna
La presencia y empuje de las madres también es algo de suma relevancia para poder conseguir los objetivos. “El empoderamiento femenino es un proceso que paulatinamente ha ido cobrando fuerza. Y lo ha hecho desde el seno mismo de la familia, que se ha iniciado con madres que alientan a sus hijas a que estudien, viajen, a que obtengan títulos profesionales que les permita tener trabajos bien remunerados y de este modo emanciparse de su familia“, dijo Francisca Silva, cofundadora de comunidad Mujeres influyentes.
“Más que aconsejar a las niñas, hay que dejarles un legado. Es decirles a través del ejemplo, que pueden hacer todo lo que quieran en todos los ámbitos. Nada está prohibido por ser mujer, tenemos capacidades infinitas y es nuestra obligación como sociedad entregarles todas las herramientas que necesiten para desarrollarse, crecer y llegar a ser quienes deseen ser”, agregó.
5. Lucha por tus sueños
Finalmente, la escritor y altruista panameña Valeria Maduro, aseguró que el único consejo que se le puede dar a las mujer jóvenes es que sigan sus sueños. “Humildemente me puedo expresar a través de mis perspectivas y propias vivencias y es por esta razón es que puedo decir: lucha por tus sueños, persigue tus ideales, no importa lo que hagas, hazlo con amor. Hay gente que deja que las cosas pasen y hay otras que hacen que las cosas pasen, ¿QUIEN QUIERES SER TU?. Tengamos siempre presente que es grande el que nunca pierde el corazón de niño, nunca dejes de soñar”. agregó.
