Tanesha Brown, de 32 años, ha sufrido vitíligo desde que era una niña. Eso ha provocado que mientras estaba en el colegio, fuera víctima de bullying por parte de sus compañeros. No obstante, no se dejó vencer por las burlas, y hoy demuestra que sin importar si se sufre alguna condición a la piel, todas somos hermosas.

Si bien nació siendo de raza negra, a los 5 años comenzó su vitíligo. Y ahora, siendo actualmente maquilladora, busca empoderar a otros al compartir imágenes en Instagram mostrando su condición.

No obstante, su camino no ha sido fácil: desde pequeña se burlaban de ella, y solían apodarla “dálmata” y “cebra”. “He tenido vitíligo desde que tenía 5 años de edad, así que no supe que lucía diferente hasta que entré al colegio… La otra gente me hizo darme cuenta de que yo lucía diferente”, declaró al periódico inglés Daily Mail.

Mujer demuestra que el vitíligo también es hermoso con inspiradoras fotos en Instagram
Tanesha (derecha) junto a su familia cuando era pequeña | @Vitiligoqueen | Instagram

En ese sentido, explicó que “eso era duro para mí porque yo quería ser como lo que todos consideran ‘normal’ (…) Solía no mirar a la gente a la cara y pasaba mucho tiempo poniendo maquillaje y ocultándome detrás de él“.

Pero ahora eso ha cambiado. Alrededor de sus 20, cuando quedó embarazada de sus hijos gemelos, comenzó a aceptarse a sí misma y dejar de lado las opiniones de los demás. Asimismo, empezó a usar su apariencia para inspirar a otros.

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Soy diferente. Esa es la mejor parte. Nunca tengo que entrar en una fiesta y sentir que nadie va a mirarme. Puede que tengan el mismo vestido que yo, pero nunca lucirán como yo, y aplaudo el que luzca diferente a todos los demás”, indicó.

 Respecto a su actual trabajo de maquilladora -antes era policía y lo abandonó-, explicó que “creo que el maquillaje me ayuda a difundir mi mensaje, porque le cuento a la gente la experiencia que tuve cuando solía usar maquillaje para taparme. Pero ahora simplemente lo uso porque lo amo“.

“En cierto modo me he acostumbrado al hecho de que iba a seguir perdiendo mi color. Acepté que no iba a ser la misma chica que cuando nací, y ahí fue cuando comencé a realmente aceptarlo (…) Creo que es importante que otras personas vean que tener vitíligo no me impide lograr mis metas”, añade.

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