“De pequeños, a muchos nos decían que estar pendientes de nosotros era señal de egoísmo. Lo que tal vez no nos remarcaran era que valorarnos, cuidar nuestro cuerpo y alma – además de imprescindible para una buena calidad de vida-, es necesario para entablar vínculos sanos y nutritivos”.

Así lo afirma Valeria Schapira, experta en relaciones de Match.com, quien añade que “no se trata de narcisismo ni de un exceso de celo por el propio bienestar. Sentirse bien es esencial para compartir con los otros – con una pareja también, claro – desde la plenitud, en lugar de hacerlo desde la falta y la necesidad”.

Estas son algunas de las razones por las que estar bien contigo mismo te permite construir relaciones sentimentales desde un buen lugar, según Valeria:

1. Están con el otro por deseo y no por necesidad

“Cuando uno arma una relación porque realmente quiere hacerlo (no por miedo a la soledad ni presionado por mandatos familiares o sociales), las chances de que todo salga bien son mucho mayores”.

2. No buscan a quien los complete

“Cuando estás en plenitud, buscas complementariedad, no alguien que venga a llenar tus vacíos. Todos tenemos huecos; aprender a convivir con ellos es señal de sabiduría y madurez”.

3. Se aceptan en sus defectos

“En lugar de juzgarse, criticarse y sentirse inferior por sus debilidades, abrazan sus imperfecciones y trabajan en mejorar sus aspectos frágiles. Somos seres humanos falibles y podemos evolucionar. El desafío es poner esfuerzo en cambiar lo que no nos gusta de nosotros”.

4. No se juzgan, ni juzgan

“Cuando no te juzgas, tampoco juzgas. Están tan ocupados en mejorar su vida que no focalizan en la ajena. En una pareja, como en cualquier otra relación, la clave es la aceptación del otro en su diferencia, en su peculiaridad. Las personas que tienen relaciones más lindas y sanas son las que entienden que todos somos distintos y no emiten juicios acerca de los demás”.

5. Son positivos

“No se trata de que ponerse alegre con todo, porque eso indicaría falta de reflexión, sino de poder aceptar con naturalidad que las cosas malas también ocurren. Y, a partir de ellas construir oportunidad en lugar de drama. Las personas negativas contaminan y deterioran sus relaciones con temores, juicios y dudas”.

6. Tienen mucho para ofrecer

“Se valoran, trabajan para superar tus limitaciones y su crecimiento interior es una meta constante. Se fijan en cuantas buenas razones hay para compartir la vida con ellos y son un espejo de cómo se puede crecer. Por el contrario, quienes viven criticándose y desmereciéndose no suelen ofrecer el desafío del crecimiento personal”.

7. No se dejan afectar por las opiniones ajenas

“No se trata de que no escuchar a los demás, solo que no atienden a consejos no pedidos. Cada quien vive su vida como desea o puede y, muchas veces, algunos proyectan en los demás sus propios deseos o frustraciones. Estas personas escuchan, toman lo constructivo, pero no se pegan en lo que no les pertenece”.

8. Son agradecidos

“Tanto por lo que tienen como por lo que están intentando conseguir. Toman la vida como un desafío, valoran cada cosa que tienen y cada oportunidad que se les presenta. Entienden que todo llega a su tiempo y no apuran a nada ni a nadie, fluyen con el curso de la vida. Las personas agradecidas son entrañables”.

9. Tienen tiempo para lo que les gusta

“Saben que la vida es valiosa y no desperdician momentos. Se nutren de personas amorosas y tratan de serlo. Hacen cosas bellas. Nunca se quejan de la falta de tiempo; saben administrarlo para no sentir que la vida se les va”

“Quiérete bien para querer bien. ¿Ya has empezado a tratarte todo lo bien que te mereces?”, plantea Schapira.