Una madre decidió aceptar un desafío y dejar que su hija adolescente la vistiera durante una semana, registrándolo todo en fotografías para mostrar el resultado.

Caroline Bloor, periodista de la revista estadounidense sobre consejos de vida y hogar Good Housekeeping, quien le propuso a su hija Francesca, de 17 años, que decidiera sus atuendos durante 7 días, lo cual incluía escoger la ropa que usaría, zapatos y accesorios.

La razón por la que decidió probar esto es porque se dio cuenta de que había dejado de preocuparse por su vestuario, y que al final terminaba vistiéndose todos los días de la misma forma.

Lo admito. He caído en una especie de rutina. Los pantalones pitillos negros o grises se han convertido en la prenda principal que uso para ir a trabajar casi a diario y, para ser honesta, no cambia mucho durante los fines de semana (a menos de que vaya a salir a algún evento)”, contó.

Así, comenzó el desafío junto a su hija por una semana, y esto fue lo que pasó…

Lunes

"Dejé que mi hija adolescente me vistiera por una semana y esto pasó"
Caroline Bloor | www.goodhousekeeping.com

El atuendo para el lunes fue decidido con un poco de apuro, pues habían olvidado que iba a comenzar el desafío y tuvieron que verlo la noche del domingo con rapidez.

Ante la falta de tiempo, Francesca optó con un atuendo casual, “sacó este top negro y lo arregló combinándolo con varias cadenas doradas”, cuenta Caroline.

Para la parte inferior, la adolescente escogió unos pantalones color caqui que la mujer había pensado en regalar o botar, porque le quedaban apretados y hace mucho no los usaba.

El look lo finalizó con unas botas negras y una chaqueta de cuero negra, que la misma joven le prestó.

¿Qué pensó la madre del atuendo? “A la mañana siguiente, sentía como si fuese a ir a un concierto de rock en vez de la oficina, pero en realidad mi principal preocupación era que la ropa no iba a abrigarme lo suficiente”, relató.

Y sus temores se confirmaron: “Esperando por 15 minutos en el paradero a que llegara el tren… me congelé (…) No sé si las miradas que me da la otra gente son de admiración o porque me veo ridícula. No estoy segura de si esto sea apropiado para mi edad (…) En el trabajo aprobaron el look. Les encantó la chaqueta de cuero (de la hija) y dijeron que de hecho eso hacía que el outfit funcionara”.

Martes

"Dejé que mi hija adolescente me vistiera por una semana y esto pasó"
Caroline Bloor | www.goodhousekeeping.com

El martes llegó, y ese día su hija la vistió con unos pantalones pitillos negros, una blusa blanca de H&M, un chaleco gris de cuello redondo de Zara, un chaleco largo sin mangas, unos botines negros y un collar plateado.
Al respecto, la mujer expresó que “sentía que estaba usando demasiada ropa. Pero en verdad me agradó el look (…) Cuando me vestía no me di cuenta de que Francesca dio en el clavo ese día. Me dieron tantos cumplidos, todos estaban impresionados con el atuendo (incluso mi editor/a y el/la director/a de belleza). ¡Definitivamente usaré otra vez esa combinación!“.

Miércoles

"Dejé que mi hija adolescente me vistiera por una semana y esto pasó"
Caroline Bloor | www.goodhousekeeping.com

Este día la periodista tenía una reunión importante, donde debía exponer una presentación, por lo que el look debía ser un poco más formal.

Por lo tanto, la niña escogió un vestido verde combinado a un collar de Topshop de su propiedad que le prestó a su madre, medias negras y zapatos del mismo tono.

Sobre el look, Caroline confesó que “se siente demasiado glamoroso para el trabajo. La última vez que usé algo así fue para una fiesta de cumpleaños elegante”.

Además, a la mujer le asustó que el vestido tuviera manga corta, pues en Estados Unidos están en invierno y hace mucho frío. “Creo que tendría que sentarme todo el día con el abrigo puesto. Y los zapatos de tacón no eran los mejores para ir de un edificio a otro, debido al pavimento roto”, dijo.

Jueves

"Dejé que mi hija adolescente me vistiera por una semana y esto pasó"
Caroline Bloor | www.goodhousekeeping.com

Este día Carolina sólo debía trabajar en la oficina frente a su computador, por lo que su hija escogió un chaleco gris, pantalones negros y botas negras que llegan arriba de la rodilla, las cuales su madre usualmente no usa en el trabajo.

“Me gustó este outfit. Un poquito arriesgado, pero práctico para el trabajo y abrigador (¡sí!)”, opinó la periodista.

Viernes

"Dejé que mi hija adolescente me vistiera por una semana y esto pasó"
Caroline Bloor | www.goodhousekeeping.com

El viernes Carolina tenía día libre, por lo que no tuvo que ir a trabajar. En vez de eso, limpió la casa, salió a hacer compras y a tomarse un café con un amigo.

El estilo escogido por su hija para esta jornada incluía una blusa verde y jeans, lo cual le gustó a la mujer, pero le incomodó el que tuviera que andar con la blusa abierta a propósito para mostrar la polera negra que llevaba debajo.

“Se siente como un outfit muy juvenil. Me dio un poco de frío y tuve que quedarme con el abrigo puesto cuando me junté con mi amigo para tomar café. Tenía un frío apestoso, así que en la tarde tuve que ponerme un chaleco arriba de la blusa”, relató.

Sábado

"Dejé que mi hija adolescente me vistiera por una semana y esto pasó"
Caroline Bloor | www.goodhousekeeping.com

Este día la hija no se levantó hasta el mediodía, así que recién a esa hora pudo escoger vestuario para su madre.

Nuevamente el principal inconveniente de la vestimenta fue que la adolescente eligió ropa que era muy poco abrigadora y a la mujer le dio mucho frío, algo que ha sido un problema recurrente casi a diario.

La mujer usó el vestuario para salir a comer con un amigo/a en la noche. No obstante, cuando llegó a la cita, se dio cuenta de que su amigo/a andaba con ropa mucho más casual, mientras que ella lucía un poco formal, lo cual hacía que se vieran raros juntos.

Domingo

"Dejé que mi hija adolescente me vistiera por una semana y esto pasó"
Caroline Bloor | www.goodhousekeeping.com

Este día la hija le pasó un pijama para que usara todo el día. Sobre esto, la mujer opinó “pijama… ¿en serio? Reconozco que es el outfit ideal para una adolescente que planea quedarse en la cama hasta el mediodía, comiendo y viendo Netflix mientras conversa por mensaje de texto con una mano y sostiene su computador con la otra. Pero NO es lo ideal si tienes que ir a hacer compras para la casa o echarle bencina al auto para la semana que viene. Amo la idea de descansar todo el día y estar en pijama me permite hacer eso, pero significa que no puedo hacer trámites o realizar una gran compra de comida”.

Conclusiones

Cuando terminó la semana, la mujer concluyó que en verdad estaba un poco impresionada por el buen gusto de su hija, y que el desafío sirvió para que saliera de la rutina en la que había caído, en que usualmente vestía la misma ropa para ir al trabajo todos los días.
“Trabajo en una oficina donde la gente se da cuenta de lo que vistes y alaban los outfits que les gustan, así que esta semana ha sido un impulso a mi autoestima. También disfruté el no tener que decidir por mí misma qué vestir todos los días”, comentó.