Cuando Vicky Plowright (30) y su novio Chris Cremer (32) se enteraron en la ecografía de diez semanas que los gemelos que esperaban eran monoamnióticos, supieron que era posible que los cordones umbilicales de los dos bebés pudieran enredarse, cerrando su suministro de oxígeno y matándolos a ambos.

La pareja de Surrey, Reino Unido, conformada por dos enfermeros pediátricos estaba devastada por el peligro que corrían sus hijos, pues existía el 50% de posibilidades de estrangularse en el útero, pero entonces un milagro les salvó la vida.

“Yo estaba con mi hermana y nos dijeron el problema que tenían los gemelos. Esto es muy raro, porque afecta a uno de cada 35 mil niños y uno de cada 60 mil gemelos en el Reino Unido”, afirmó Plowright.

Independent
Independent

“Estabamos devastados, ya que los médicos explicaron que también significaba que los bebés tenían un riesgo extremadamente alto, alrededor del 50 por ciento, de no sobrevivir al embarazo, debido a su proximidad”, explicó la madre.

Agregó que todavía tenían dos cordones umbilicales para proporcionar alimento, pero también podían enredarse, estrangularlos, lo cual “era tan aterrador como para siquiera imaginarlo”, consignó el periódico inglés, Independent.

Viki fue sólo al control de diez semanas cundo se enteró de que tendría gemelos y estaba en un shock total. Como Chris no pudo acompañarla, bromearon con la idea de que fueran dos, ya que ellos ya tenían una hija, Jocelyn, y no pensaron que tuvieran el espacio y la energía para dos más.

Pero la risa pronto se detuvo cuando, momentos después, el médico les dijo que los gemelos se veían preocupantemente juntos.”En el espacio de una hora descubrí que esperábamos gemelos, pero que podrían estar en peligro. Fue una tortura, pensando que podríamos perderlos en cualquier momento”, relató Viki.

Una gran sorpresa

Pero todo cambió en el control de 12 semanas, cuando un especialista en sonografía, permitió que Vicky y Chris vieran que los gemelos habían adoptado un abrazo en el vientre que les salvó sus vidas.

“Para nuestro asombro, en el examen vimos que estaban abrazados y tomados de la mano”, recordó Vicky. “Se estaban manteniendo vivos al permanecer quietos, por lo que sus cordones umbilicales no se enredaron”.

Los médicos acordaron verla cada una o dos semanas para los chequeos, hasta que los gemelos alcanzaron las 32 semanas. “Durante los siguientes meses, estábamos en un constante estado de preocupación”, dijo la madre, quien descubrió a las 17 semanas que tendrían varones.

“No sentí que pudiera emocionarme, porque estaba tan preocupada de que nos dijeran en cada exploración que nuestros gemelos no habían sobrevivido”.

Luego, a las 32 semanas, Vicky se sintió aliviada cuando se le aconsejó que diera a luz a sus bebés, ya que el gemelo número dos, Theo, había dejado de crecer, debido al espacio limitado en el útero.

Entonces, el 22 de diciembre de 2015, la llevaron a una sala de partos en el Hospital Royal Surrey en Guilford, con Chris a su lado, para una cesárea.

Con la canción Photograph de Ed Sheeran, de fondo, Reuben pesó 1,4 kilos, seguido por su hermano gemelo idéntico, Theo, quien nació un minuto después, pesando 1,6 kilos.

“Ambos salieron gritando y, lo más importante, estaban vivos”, recordó Vicky. “Chris estaba llorando junto a mí, también. Estábamos tan felices de que lo hubieran logrado”.

Independent
Independent

Vicky fue dada de alta el día de Navidad, disfrutando de un almuerzo festivo en la casa de sus padres, Gerry y Rita Plowright, y luego regresó al hospital para ver a los niños esa noche.

Los gemelos fueron mantenidos en la unidad neonatal durante otras cinco semanas, antes de ser dados de alta a fines de enero. Ahora, con 22 meses de edad, son absolutamente cercanos.

“Son los mejores amigos”, sonrió radiante. “Antes de que conocieran el mundo, se conocían y crecían juntos en un espacio tan pequeño que sabía que tendrían un vínculo especial por el resto de sus vidas.