Una noticia que de seguro las mujeres estarán felices de oír es la que ha dado a conocer un reciente estudio: los niños heredan la inteligencia de la madre.

El trabajo, realizado por la Universidad Ulm en Alemania y cuyos resultados fueron publicados en el sitio especializado Psychology Spot, sostiene que nacemos con genes condicionados que trabajan de manera diferente dependiendo de si provienen de tu madre o tu padre. Y cuando se trata de tu inteligencia, esos vienen de tu madre.

Robert Lehrke, científico norteamericano, explica que los genes de inteligencia se encuentran en el cromosoma X, y como las mujeres tienen dos, los niños tienen el doble de probabilidades de heredar las características ligadas a la inteligencia de su madre.

El especialista agrega que si los padres les pasan algunos de sus genes de inteligencia a sus hijos, lo más probable es que no tengan la posibilidad de impactar en el cerebro, debido a que sólo trabajan si es que vienen de la madre.

llee_wu (CC) Flickr
llee_wu (CC) Flickr

Según el citado estudio, así como aquellos genes son desactivados en caso de que provengan del padre, hay otros que sólo se activan si es que provienen del hombre.

Los autores del trabajo, Horst Hameister y UlrichZechner, estudiaron los genes relacionados con daños cerebrales, proceso en el que descubrieron que muchos de éstos se encuentran en el cromosoma X. Cabe precisar que estos genes se relacionan con la memoria y terminaciones nerviosas del cerebro.

Por su parte, Hameister asevera que las mujeres tienen significativamente menos probabilidades de desarrollar retrasos mentales en relación a los hombres; aunque entre estos últimos están los CI más altos (aunque sean menos).

“Este fenómeno se da debido a que la probabilidad de heredar tal cromosoma en el hombre se ve disminuida a una (XY); mientras que en las mujeres puede suceder una combinación de dos probabilidades (XX) llegándose a promediar un cromosoma X inteligente con un cromosoma X no inteligente dando como resultado una inteligencia más promediada”, explicaron los investigadores Lehrke y Gillian Turner en el libro The prevalence of the Fragile X Syndrome.